Los errores y problemas en el PC son algo con lo que tenemos que vivir: a veces suceden de pronto y sin motivo aparente, y son el síntoma inequívoco de que algo va mal o algo está fallando. Si al encender el PC de pronto la pantalla se queda en negro y no muestra imagen pero el monitor o entra en el estado de ahorro de energía (porque no recibe señal), te vamos a contar a continuación que es lo que puedes hacer al respecto para solucionarlo.
Que la pantalla se quede en negro al arrancar es sin duda una mala noticia, especialmente porque es complicado diagnosticar un problema sin poder ver información en la pantalla. Este problema suele tener relación con el hardware y las conexiones, pero también lo han recibido muchos usuarios justo después de actualizar la versión de Windows 10, así que vamos a ver a continuación como solucionar cualquiera de las dos cosas, y te recomendamos seguir los pasos que te vamos a contar a continuación en orden.
¿Qué hacer si la pantalla se queda en negro al arrancar el PC?
Como es lógico, lo primero que debes comprobar son las conexiones de la pantalla. Somos conscientes de que probablemente pongas los ojos en blanco al leer esta obviedad, pero hazlo de todos modos porque es posible que el cable que va desde la tarjeta gráfica hasta el monitor se haya soltado accidentalmente, así que lo recomendable es empezar por lo más básico y comprobar que la conexión del cable es correcta. De hecho, incluso si el cable está bien conectado prueba a enchufarlo a otra entrada de vídeo del monitor por si acaso. Además, otra obviedad: asegúrate de que el monitor está encendido.
Si es posible, prueba a conectar el monitor a otro PC diferente y comprueba si funciona en otro equipo. De lo contrario, puede ser una señal de que el monitor está defectuoso y que tengas que cambiarlo por uno nuevo o gestionar la garantía con el fabricante; alternativamente, puedes probar con un monitor diferente en el PC, y si eso funciona también puede significar que el otro monitor está fallando.
Igualmente, si tienes un PC de sobremesa y utilizas una tarjeta gráfica dedicada, prueba a conectar el monitor a la gráfica integrada (es decir, a las salidas de vídeo de la placa base) en lugar de a la tarjeta gráfica. Si así el monitor funciona, el problema está en la tarjeta gráfica y lo primero que deberías verificar es si ésta funciona bien en otro PC, conectarla a un zócalo PCI-Express diferente de la placa base, y acceder a la BIOS para comprobar que no se ha deshabilitado.
Dependiendo del fabricante de la placa base y el modelo, esta opción la podrás encontrar en uno u otro lugar pero generalmente está en las opciones avanzadas. Como ves en la captura de arriba de una placa de ASUS, la opción se encuentra en Opciones avanzadas -> Configuración del agente del sistema -> Configuración de la tarjeta gráfica. Si al conectar la gráfica dedicada la pantalla se queda en negro pero al conectar la integrada sí funciona seguramente tendrías este ajuste en automático, y al no detectar señal de la GPU dedicada el sistema pasó a utilizar la integrada, señal de que algo no está bien con tu gráfica dedicada.
Otro posible escenario que deberías probar si nada de lo anterior ha funcionado es, con el PC apagado, desconectar absolutamente todo excepto el cable de corriente y el cable de vídeo. Enciende el PC y mira si así sí que muestra imagen la pantalla o si de lo contrario sigue quedándose en negro… si el equipo muestra imagen al haber hecho esto, ve conectando tus dispositivos uno a uno y reiniciando el equipo hasta que des con el que está causando el problema. Parece absurdo que un dispositivo USB cause que la pantalla no muestre imagen pero os garantizamos que esto a veces funciona.
¿Y si el problema es de software?
Al principios os hemos comentado que algunos usuarios tienen el problema de que la pantalla se queda en negro justo después de actualizar Windows 10; es un problema frecuente relacionado lógicamente con el software que afortunadamente tiene fácil solución: enciende el equipo y espera unos segundos para que arranque el sistema operativo de manera normal aunque no veas nada en la pantalla. Cuando creas que el equipo ya ha arrancado pulsa la combinación de teclas WIN + CTRL + SHIFT + B, ya que esto forzará a la pantalla a salir del estado de reposo, que es el problema que se ha detectado con las actualizaciones de Windows.
Por otro lado, también puedes intentar arrancar Windows 10 en Modo Seguro ya que de esta manera el sistema operativo se inicia solo con los programas y drivers esenciales, por lo que si esto funciona sabrás que hay algún programa, driver o software que está causando el problema.
Para forzar el PC a que arranque en Modo Seguro, lo más fácil es encender el equipo, esperar unos 10 segundos y pulsar el botón físico de Reset de la caja del PC. Haz esto tres veces consecutivas y se activará la reparación automática de Windows 10, donde si el problema es de drivers o software ya debería mostrarte imagen en la pantalla. Sigue las instrucciones a continuación si es así:
Haz clic en Opciones avanzadas y luego en solucionar problemas.
Haz clic en Opciones avanzadas nuevamente.
Dirígete a Configuración de inicio.
Haz clic en el botón Reiniciar.
En la configuración de inicio, presiona F5 para iniciar en modo seguro con ajustes de red.
Una vez que Windows arranque en modo seguro, lo ideal es que realices una desinstalación completa de los drivers de la tarjeta gráfica utilizando Display Driver Uninstaller para a continuación descargar e instalar nuevamente los controladores que correspondan a tu tarjeta gráfica. Generalmente esto solucionará los problemas de que la pantalla se vea en negro al encender el PC, pero si no es así comprueba también que no haya actualizaciones de Windows pendientes de instalar, especialmente si el problema lo has empezado a tener justo después de actualizar Windows.
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