Xataka – El ajuste para mejorar el rendimiento en Android que desactivo de inmediato: un arma de doble filo

Me paso la vida probando teléfonos y, uno de los puntos más tediosos de este trabajo es tener que configurar desde cero cada uno de los dispositivos que recibo. Desde hace un tiempo, me he dado cuenta que hay una opción activa por defecto, una que antes era un extra opcional y que a día de hoy, salvo que queramos cacharrear mucho, ni siquiera sabremos que está ahí: la ampliación de memoria RAM.

Como su propio nombre indica, es un ajuste que nos permite «ampliar» la memoria RAM de nuestro teléfono, en algunos casos hasta 12 GB extra (si nuestro móvil cuenta con 12 GB, es fácil subir hasta 24 GB). Sobre el papel, un plan sin fisuras. Pero no es oro todo lo que reluce.

Qué es la ampliación de RAM. Algunos fabricantes, desde hace un tiempo, buscaron un posible problema ante el poco almacenamiento interno que tenían las propuestas de entrada y gama media. Haciendo que la memoria de almacenamiento pudiera actuar como memoria RAM, era posible lograr (por ejemplo) que un dispositivo con tan solo 3 GB de RAM subiera hasta los 6 GB.

Un plan con cierto sentido en teléfonos que realmente tenían problemas de RAM, y en los que para seguir ajustando los precios no podían incorporarse módulos más caros. La teoría es sencilla: reservar una parte de la memoria interna y usarla como RAM.

Cómo funciona la ampliación de memoria RAM. La memoria RAM (Random Access Memory) es la encargada de almacenar datos de forma temporal, información sobre las apps que estás ejecutando (en primer o segundo plano). Básicamente, es un espacio reservado para que las aplicaciones puedan acceder a los datos en un corto plazo, sin necesidad de acudir a la memoria interna.

Para obtener RAM a partir de la memoria interna, es necesario virtualizarla. Aprovechando que los teléfonos actuales suelen partir de 128 GB, se reservan unos pocos gigas para emplearlos como memoria RAM.

Cuál es el problema. En primer lugar, la memoria interna de tu teléfono suele ser más lenta que la RAM. La traducción inmediata es que, si reservamos mucho espacio de la memoria para virtualizar, no es extraño que tengamos un móvil que acaba funcionando peor. He podido comprobar esto por mi mismo en varios modelos: al desactivar la RAM virtual el teléfono se notaba mucho más fluido, ya que tan solo estaba usando la RAM física.

En segundo lugar y, más allá de experiencias, tenemos la postura de Google. En su web para desarrolladores arrojan un dato algo preocupante: utilizar RAM virtual puede degradar la memoria interna.


«El almacenamiento contiene todos los datos persistentes, como el sistema de archivos y el código de objeto incluido para todas las apps, las bibliotecas y la plataforma. El almacenamiento tiene mucha más capacidad que los otros dos tipos de memoria. En Android, la memoria de almacenamiento no se usa para intercambiar espacio como en otras implementaciones de Linux, ya que la escritura frecuente puede desgastar esta memoria y acortar la duración del medio de almacenamiento.»

Aunque los fabricantes y el sistema lo permitan, Google advierte que intercambiar memorias puede causar un desgaste prematuro y acortar la duración del almacenamiento interno. Es algo lógico, ya que como todo componente, tiene una vida útil. En concreto, las memorias internas tienen una determinada capacidad de lectura y escritura, si usamos RAM virtual, estamos acortando su ciclo.

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El ajuste para mejorar el rendimiento en Android que desactivo de inmediato: un arma de doble filo

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Ricardo Aguilar

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