Había una vez un reino en el que todos los móviles de gama alta tenían pantallas curvas. Parecía que ser un móvil premium con prestaciones premium implicaba tener pantallas curvas, algo que dividía a los habitantes de este reino imaginario entre adeptos y defensores a partes iguales. Pasaron los años y los móviles seguían teniendo pantallas curvas, pero de repente apareció un caballero de capa y espada, el Xiaomi Mi 11i, que quiso romper los moldes. Porque en un reino de pantallas curvas, el Xiaomi Mi 11i presumía de una enorme pantalla plana en su escudo.
En fin, historias a parte, hoy pasa por nuestra mesa de análisis el Xiaomi Mi 11i, uno de los últimos (y tantos) móviles que la firma china ha presentado a lo largo de este año. Se trata de un dispositivo de la gama más alta que, como adelantaba nuestra pequeña fábula, destaca por ser un terminal de pantalla plana en un reino de pantallas curvas. ¿Qué tal se comporta este móvil en el día a día? Salgamos de dudas.
Ficha técnica del Xiaomi Mi 11i
XIAOMI MI 11i
Dimensiones y peso
163,7 x 76,4 x 7,8 mm
196 gramos
Pantalla
AMOLED de 6,67 pulgadas
Resolución FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles)
Formato 20:9
Tasa de refresco: 120 Hz
Tasa de muestreo: 360 Hz
Procesador
Snapdragon 888
GPU Adreno 660
RAM
8 GB LPDDR5
Almacenamiento
256 GB UFS 3.1
Cámara trasera
Principal: 108 MP f/1.75
Gran angular: 8 MP f/2.2, 119º
Macro: 5 MP f/2.4
Cámara frontal
20 MP f/2.45
Batería
4.520 mAh
Carga rápida 33W
Sistema operativo
MIUI 12 basado en Android 11
Conectividad
5G, LTE, WiFi 6, Bluetooth, NFC, IR
Otros
Lector de huellas lateral, altavoces estéreo, sonido Dolby Atmos
Precio
8GB/128GB: 649,99 euros
8GB/256GB: 699,99 euros
Xiaomi Mi 11i 5G – Smartphone 6.67» (WiFi, Bluetooth 4.0, Qualcomm Snapdragon 888 2.84GHz, 128 GB de memoria interna, 8 GB de RAM, cámara de 108 MP), Plata [Versión ES/PT]
Diseño: qué bonito eres y cuánto te ensucias
Como siempre hacemos, vamos a empezar hablando del diseño. El Xiaomi Mi 11i es un dispositivo que, a pesar de lo que pueda parecer, está hecho de plástico. Nuestro modelo tiene una trasera plateada brillante que no solo es difícil de fotografiar, sino que se resbala mucho y se llena de huellas con solo mirarlo. Si sois maniáticos de la limpieza, advertidos quedáis. Es exagerado.
En la parte trasera encontramos el nombre de la marca, el logo de 5G y el módulo de la cámara, que es de todo menos pequeño. Tiene un grosor generoso y es enorme. Este aloja dos de las tres cámaras que nos ofrece el terminal, un altavoz y, en el escalón inferior, el flash LED de doble tono y el texto «108MP AI Triple Camera».
El módulo le da un toque de lo más interesante al móvil, pero provoca que el móvil se tambalee en exceso. Si dejamos el teléfono con la pantalla hacia arriba y le damos golpes suaves en las esquinas veremos que «baila» muchísimo», algo que a mí, personalmente, me genera cierta inquietud.
¿Punto positivo? Xiaomi incluye en la caja una funda de silicona transparente que soluciona el problema de los resbalones, el de las huellas y el del traqueteo. No es la funda más bonita del mundo, pero al menos servirá para cuidar mejor del smartphone.
En el canto derecho tenemos los botones de volumen en una posición quizá demasiado alta para las manos medias y pequeñas, así como el botón de encendido que es, a su vez, el lector de huellas. Este sí se encuentra en una buena posición y nos permitirá desbloquear el teléfono fácilmente tanto si somos zurdos como diestros.
El canto izquierdo queda completamente listo; el canto inferior aloja el puerto USB tipo C, la bandeja para la SIM y uno de los altavoces y el canto superior, por su parte, es el hogar del sensor infrarrojos y los otros altavoces que componen el sistema de sonido estéreo del Xiaomi Mi 11i. Nada nuevo bajo el sol.
El Xiaomi Mi 11i pesa 196 gramos y tiene un grosor de 7,8 milímetros. Se siente pesado en mano y, además, no está del todo bien equilibrado, ya que el módulo de la cámara hace que el peso se desplace hacia la zona superior. No es un teléfono que se sienta particularmente voluminoso, menos aún si lo comparamos con el Mi 11 Ultra, pero sí es grandote y pesado.
Altura (milímetros)
Anchura (milímetros)
Grosor (milímetros)
Peso (gramos)
Pantalla (pulgadas)
Batería
Superficie (cm2)
Volumen (cc)
Xiaomi Mi 11i
163,7
76,4
7,8
196
6,67
4.520
125,06
97,55
Xiaomi Mi 11
164,3
74,6
8,06
196
6,81
4.600
122,57
98,79
Samsung Galaxy S21 Ultra
165,1
75,6
8,9
228
6,8
5.000
124,82
111,09
Sony Xperia 1 II
165,1
71,1
7,6
181,4
6,5
4.000
117,39
89,21
Huawei P40 Pro
158,2
72,6
8,95
209
6,58
4.200
114,85
102,79
LG Velvet 5G
167,08
74
7,85
180
6,8
4.300
123,58
97,0103
Motorola Edge
161,4
71,1
9,29
188
6,7
4.500
114,75
106,60
OnePlus 8 Pro
165,3
74,35
8,5
199
6,78
4.510
122,9
104,47
iPhone 12 Pro Max
160,8
78,1
7,39
228
6,7
3.687
125,59
92,81
En cuanto a la sensación en mano, el Xiaomi Mi 11i no consigue transmitir el mismo aroma a premium que otros modelos de gama alta. No obstante, el plástico de la trasera se siente bien trabajado y no es del todo desagradable. De hecho, tiene cierto tacto suave que gusta. Es una pena que sea tan resbaladizo y se ensucie tanto.
¿Y es cómodo de usar? Dependerá del tamaño de nuestras manos. Yo, personalmente, no he tenido problemas durante estos días, ya que estoy acostumbrado a tener móviles grandes y a usar las dos manos. Mi móvil personal, además, pesa más o menos lo mismo. Sin embargo, no tengo dudas de que alguien con las manos más pequeñas y que guste de móviles más ligeros seguramente se lleve una sorpresa al sujetarlo por primera vez.
Pantalla: gracias, Xiaomi
Visto el teléfono por fuera, vamos a centrarnos en el que, sin lugar a dudas, es uno de los puntos más llamativos del dispositivo: la pantalla, que es plana, ¡plana! Es un hecho sin precedentes cuando hablamos de la gama alta Android y, personalmente, lo agradezco. Dejando de lado las bromas, que Xiaomi haya optado por un panel plano me parece una buena decisión.
¿Por qué? Porque las curvas son muy cucas, pero también redundan en un sombreado más o menos exagerado por los laterales, así como brillos indeseados en exterior. Las pantallas planas no tienen ese problema. Los bordes no molestan lo más mínimo, y menos cuando Xiaomi ha conseguido aprovecharlos bastante bien.
El Xiaomi Mi 11i monta un panel AMOLED de 6,67 pulgadas con resolución FullHD+ , HDR10+ y 120 Hz de tasa de refresco adaptativa. ¿Qué quiere decir eso? Que la tasa de refresco se adapta al contenido que estemos viendo. No tiene sentido que la pantalla se refresco 120 veces cuando vemos un vídeo a 25, 30 o 60 FPS porque sería derrochar batería porque sí, y precisamente la batería no es el punto fuerte del móvil.
Esta tasa de refresco es sencillamente fabulosa. No es la más alta del mercado, ya que hay móviles con hasta 144 Hz, pero es el doble que los móviles convencionales. Con los 120 Hz tendremos una interfaz que se mueve muy suave, que nos permite leer el texto al hacer scroll en una página web y que aporta este extra de fluidez que tanto gusta, tanto en juegos como en apps del día a día.
La pantalla tiene un formato 20:9, así que como podéis intuir es bastante alargada. No llega al extremo de los Sony más recientes, pero es grande. Tanto que es imposible usar el móvil con una sola mano. Es cierto que Xiaomi se las ha ingeniado para facilitar las cosas con el modo «Una mano», que nos permite poner la interfaz a 4,5; 4 o 3,5 pulgadas, y con el gesto de deslizar hacia abajo para desplegar la barra de notificaciones, pero es complicado usar el teléfono «en todo su esplendor» sin emplear las dos manos.
La pantalla FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles) se traduce en una densidad de 395 píxeles por pulgada, una cifra más que decente para usar el teléfono en cualquier contexto y no apreciar píxeles. Que sí, que no es 2K ni 4K, pero ni falta que hace. Es una resolución solvente en todos los apartados y durante el análisis no hemos echado más píxeles en falta.
En cuanto a la calibración de color, los móviles de Xiaomi tienden a venir con los colores algo más saturados de la cuenta. No es algo demasiado notable (a mí, personalmente, no me disgusta), pero está ahí. Por suerte, desde los ajustes de la pantalla podemos modificar una buena cantidad de opciones (balance de blancos, saturación, contraste, gamma, valor, tono…) y adaptar el color a nuestros gustos.
La pantalla se ve perfectamente a plena luz del día y en interiores, con niveles de brillo máximo y mínimos correctos y con un sistema de brillo automático solvente. Los ángulos de visión están bien y la respuesta táctil, que es de 360 Hz, es sobresaliente. Es, en definitiva, una muy buena pantalla que gana enteros si activamos la navegación por gestos.
Lo que no terminamos de entender es que el agujero de la pantalla, situado en la zona superior central, tenga un marco plateado. Xiaomi ha conseguido hacerlo muy pequeñito, algo interesante de cara a que pase más desapercibido y algo que no casa, precisamente, con que pase desapercibido, porque al tener la pantalla apagada veremos perfectamente la ubicación del agujero. Decisiones de diseño, imagino.
Sonido: bastante bien
Y ya que hablamos del apartado multimedia, no está de más repasar lo referente al sonido. El Xiaomi Mi 11i tiene altavoces estéreo y compatibilidad con Dolby Atmos, pero también tiene un problema: su ubicación. Los altavoces están colocados en el canto inferior y superior, de forma que es relativamente sencillo taparlos al sujetar el teléfono en horizontal, algo que sin duda haremos a la hora de ver una película, jugar o echar un rato en Twitch.
Dicho esto, los altavoces se escuchan realmente bien. No son los mejores del mercado, pero son más que solventes para escuchar música y podcasts, así como ver películas y series. El puntito óptimo está al 70%, ya que al subir el volumen más de la cuenta notaremos una pequeña distorsión, sobre todo en las frecuencias más agudas. Los graves están bien y tiene pegada, algo que disfrutaremos si gustamos de los géneros más urbanos.
Otro aspecto a destacar es que el Xiaomi Mi 11i no tiene jack de auriculares, pero la compañía china no se ha olvidado de los usuarios que siguen usando cables, así que ha incluido un adaptador jack de 3,5 mm a USB tipo C. Minipunto para Xiaomi.
Rendimiento: un gama alta que rinde como tal
Como no podría ser de otra manera, el Xiaomi Mi 11i monta lo último de lo último de Qualcomm para la gama alta: el Snapdragon 888. Es un procesador que ya conocemos de sobra y cuya valía vuelve a confirmarse en el Xiaomi Mi 11i, que monta también 8 GB de memoria RAM LPDDR5 y 256 GB de almacenamiento interno UFS 3.1. Vamos, que tiene lo más rápido del mercado.
Para sorpresa de nadie, el móvil se comporta de maravilla en todo tipo de escenarios. Hemos jugado, navegado, leído, usado redes sociales y apps del día a día y en ningún caso nos hemos topado con la necesidad de más potencia. Por hardware, desde luego, no va a ser.
Y sí, es verdad que no tiene 12 o 16 GB de memoria RAM, pero tampoco los hemos echado en falta. La multitarea es solvente y el lanzamiento de las aplicaciones es exquisito, rápido, como era de esperar. Lo cierto es que nos hemos llevado un sabor de boca de lo más agradable.
No hemos notado que se caliente más de la cuenta al exigirle un poquito con juegos como ‘League of Legends: Wild Rift’ o ‘Genshin Impact’. En pocas palabras, quedémonos con la idea de que, usemos para lo que usemos el teléfono, el Xiaomi Mi 11i conseguirá sacar pecho sin problema. Para el que se fije en las pruebas sintéticas, he aquí los resultados y la comparativa.
Xiaomi Mi 11i
Xiaomi Mi 11
Samsung Galaxy S21 Ultra
OnePlus 8 Pro
Huawei P40 Pro
ASUS ROG Phone 3
iPhone 12 Pro
PROCESADOR
Snapdragon 888
Snapdragon 888
Exynos 2100
Snapdragon 865
Kirin 990
Snapdragon 856+
Apple A14 Bionic
RAM
8 GB
8 GB
12 GB
12 GB
8 GB
8 GB
6 GB
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI)
1.116 / 3.533
1.127 / 3.754
991 / 3.272
885 / 3.136
943 / 2.527
900 / 3.296
1.614 / 4.148
3D MARK (SLING SHOT)
(Maxed out)
(Maxed out)
9.226
9.448
8.726
8.747
–
PCMARK WORK
14.489
13.030
14.043
13.414
9.476
12.656
–
Por último, destacar que el dispositivo monta 256 GB de almacenamiento interno que no solo es rápido, sino que también es más que suficiente para no tener que preocuparnos por él. Eso sí, en el hipotético caso de que necesitéis más de 256 GB tocará pasarse a la nube o hacer hueco, ya que el Xiaomi Mi 11i no es compatible con tarjetas microSD.
Biometría: sin sorpresas, para bien
Y antes de hablar del software, hablemos de la biometría. El Xiaomi Mi 11i nos da dos opciones: desbloqueo facial en dos dimensiones y lector de huellas lateral. Ambos sistemas se configuran sin mayor dificultad de forma rápida, así que sin problema en ese aspecto. ¿Que nos habría gustado tener algún sistema de reconocimiento facial en 3D? Sí, pero el espacio es el que es y no es posible meter los componentes en un espacio tan pequeño como la perforación del panel.
El desbloqueo facial funciona bien cuando las condiciones acompañan, es decir, cuando hay buena luz o luz tenue, pero al ser en dos dimensiones, no funcionará cuando estemos a oscuras. Afortunadamente, el lector de huellas lateral está ahí y, por suerte, también funciona realmente bien. La lectura de la huella del dedo (índice si somos zurdos y pulgar si somos diestros) es rápida y precisa, apenas nos ha fallado durante el tiempo que hemos estado usando el teléfono.
Software: cargadito de opciones, como era de esperar
Pasamos así a hablar del software. Todavía estamos a la espera de que Xiaomi actualice a MIUI 12.5 todos sus smartphones, por lo que como ya sucedía en el Xiaomi Mi 11 Ultra, este terminal llega con MIUI 12.0.6 sobre Android 11. Así pues, tenemos opciones de software similares a otros tantos smartphones Xiaomi que hemos analizado recientemente.
Otra cosa que tenemos es bloatware. Un montón. Cuando encendemos el dispositivo el Mi 11i nos recibe con una carpeta llena de apps propias que no podemos desinstalar, otra carpeta con las apps de Amazon, Facebook, LinkedIn, Agoda, eBay y Booking y otra carpeta con ‘Lords Mobile’ y ‘PUBG Mobile’. Salvo las propias, todas se pueden desinstalar.
En cuanto a personalización, funciones y opciones, MIUI no es una capa que se quede precisamente corta. Podemos personalizar casi cualquier rincón del terminal, trastear con Game Turbo para mejorar el rendimiento de los juegos y el sonido, activar la pantalla siempre encendida y el doble toque para despertar y, cómo no, acceder a los superfondos de pantalla.
Son, sin lugar a dudas, uno de los mejores añadidos en materia de personalización de MIUI. El efecto visual es sorprendente. Por si a alguno le interesa, podéis acceder a ellos desde cualquier móvil Android siguiendo este tutorial. También hay infinidad de temas y ajustes.
Por lo demás, MIUI sigue siendo MIUI, una capa muy agresiva, personalizable hasta la saciedad y que tiene algunas cosas mejorables, como el escáner de aplicaciones instaladas desde Google Play que no solo escanea las apps, sino que de paso nos muestra publicidad. Se puede desactivar siguiendo estos pasos.
En cuanto al rendimiento, MIUI ha mejorado mucho con respecto a los dispositivos del año pasado, que tenían cierto arrastre y hasta problemas de estabilidad. En el caso de MIUI 12.0.6, nosotros no nos hemos topado con lag, caídas o crasheos de ningún tipo. La capa es estable, completa y los 120 Hz ayudan a que se mueva de escándalo.
Batería: ay, esos 120 Hz cómo se notan…
Pasamos así a hablar de la batería, uno de los puntos en los que el Xiaomi Mi 11i nos ha dejado con un sabor de boca más amargo. Al fin y al cabo, tener unas prestaciones premium y una pantalla de semejante tasa de refresco acaba afectando a la autonomía final.
Durante nuestras pruebas, el dispositivo ha sido capaz de ofrecernos entre cinco y seis horas de pantalla activa con los 120 Hz activados en todo momento. Como indicábamos anteriormente, los 120 Hz cambian según el contenido, por lo que no siempre usamos esa tasa de refresco (al ver vídeos de Netflix, por ejemplo). Destaca el consumo en reposo, que es muy reducido, lo que da tranquilidad de cara a dejar el teléfono sin cargar por la noche con un 30% de batería.
Y hablando de cargar el dispositivo, el Xiaomi Mi 11i tiene un sistema de carga rápida de 33W que lo pone de cero a cien en una hora (no tiene carga inalámbrica). En otras palabras, si la autonomía deja un poquito que desear (entre cinco y seis horas de pantalla no es mucho realmente), la carga rápida nos ha convencido y, hasta cierto punto, compensa la autonomía.
Cámara: solvente de día, mejorable de noche
Nos vamos acercando al final, no sin antes detenernos en la cámara. Xiaomi lleva tiendo poniendo el foco en este apartado y apostando fuerte por las cámaras de 108 megapíxeles. Como era de esperar, el Xiaomi Mi 11i monta un sensor de esta resolución que ahora veremos cómo se comporta. El conjunto fotográfico queda de la siguiente forma:
Sensor principal de 1/1,52 pulgadas de 108 megapíxeles con apertura f/1.8, distancia focal equivalente a 26 mm, píxeles de 0,7 micras y PDAF.
Gran angular de ocho megapíxeles con apertura f/2.2 y 119º de campo de visión.
Macro de 1/5 pulgadas y cinco megapíxeles con apertura f/2.5, distancia focal de 50 mm y píxeles de 1,12 micras.
Sensor delantero de 1/3,4 pulgadas y 20 megapíxeles con apertura f/2.5 y píxeles de 0,8 micras.
Como podemos comprobar, es una configuración conocida y que no tiene sorpresas. Desgraciadamente, Xiaomi ha optado por no incluir un telefoto con zoom óptico, dejando la responsabilidad de hacer zoom en el sensor de 108 megapíxeles. Sinceramente, habríamos preferido un telefoto a un macro. El dispositivo mantiene la grabación en 8K a 30 FPS y en 4K a 60 FPS, siempre y cuando no activemos el modo HDR, que reduce la tasa de fotogramas a 30 FPS y desactiva la resolución 8K.
App de cámara
La aplicación de cámara del Xiaomi Mi 11i es clavada a la que hemos visto en otros móviles de la compañía. Es, por lo tanto, una app sencilla e intuitiva que, al menos a nosotros, nos ha dado algún que otro problema al cambiar de foto a vídeo y viceversa. Han sido errores puntuales, pero ahí han estado.
En la pantalla principal tenemos, en la parte inferior, el obturador, el acceso rápido a la galería y el botón para cambiar a la cámara delantera. Más arriba tenemos los modos de disparo y, justo a la derecha, el acceso «Más» a.k.a. el cajón de sastre con todos los modos, incluido el de 108 megapíxeles y, todas las funciones de vídeo avanzadas.
También tenemos los botones para alternar entre angulares (x0,5, x1 y x2 (digital)) y, en la parte superior, los accesos rápidos al HDR, la IA, el flash y más ajustes. Aunque tiene muchas opciones, usar la app es relativamente sencillo. No obstante, si queremos trastear y modificar la interfaz, podremos hacerlo gracias que la app nos da la opción.
Fotografía de día
Cuando la luz acompaña el rendimiento de la cámara es bastante bueno. La fotografía tiene una exposición correcta y una buena representación de colores. El nivel de detalle es bueno y nos permite hacer zoom a algunas zonas sin que se pierdan demasiados matices (no olvidemos que el dispositivo, aunque tiene un sensor de 108 megapíxeles, toma las fotos en menor resolución gracias a la combinación de píxeles). Es una buena foto, como era de esperar en un gama alta.
Con el gran angular también obtenemos un buen resultado. Los colores quizá se aprecian algo más apagados (fijémonos en los naranjas y en los verdes), pero la imagen es correcta en términos globales. Se aprecia una evidente reducción del nivel de detalle de los objetos lejanos, aunque el dispositivo hace un trabajo notable corrigiendo la distorsión de lente, que apenas se aprecia a simple vista.
Una de las carencias de este terminal es que no tiene telefoto. Xiaomi ha preferido montar un macro y un gran angular y ha dejado caer esta lente que tanto suele gustar. No obstante, el dispositivo nos permite hacer hasta 10 aumentos digitales, lo que supone una reducción significativa de la nitidez. Si mantenemos el zoom en dos aumentos el resultado es bueno, en la línea de las imágenes tomadas con el sensor principal. Al fin y al cabo, es un sensor de 108 megapíxeles y eso nos da cierta versatilidad para hacer pequeñas ampliaciones sin mayor problema.
Y hablando de los 108 megapíxeles, el Mi 11i nos permite sacar fotos en dicha resolución usando el modo dedicado. A efectos prácticos, la foto que conseguimos es similar a la que obtenemos en automático, con la diferencia de que no podemos usar el HDR. Las fotos son iguales, pero apreciamos una mejora importante en la nitidez de los elementos más al fondo. ¿Merece la pena? Realmente no tanto. Salvo que las queramos imprimir o editar a posteriori, lo cierto es que para el día a día es más rápido y cómodo disparar en automático.
¿Cómo se comporta el HDR? Relativamente bien. El procesado es bastante agresivo y, si bien es cierto que consigue levantar las sombras y reducir las luces altas, normalmente la foto termina estando algo más apagada y con las texturas algo lavadas (el clásico efecto acuarela). De día es menos notable, pero de noche hay diferencias enormes entre unas fotos y otras. Cabe destacar que podemos usar el HDR tanto con el sensor principal como con el gran angular.
Como no podría ser de otra forma, Xiaomi ha implementando su peculiar sistema de inteligencia artificial con detección de escenas. Este, que detecta correctamente el contexto de lo que estamos fotografiando, tiene a saturar los colores más de la cuenta, aplicando una suerte de filtro que dispara los verdes, los azules y los naranjas. Personalmente, considero que se consiguen mejores resultados con esta función desactivada.
Y terminamos hablando del macro, un sensor que nos deja con sensaciones encontradas. Por un lado, el resultado es de lo más llamativo. Esta foto está tomada a escasos centímetros de la moneda y el resultado es sorprendente. Tiene buen detalle y el efecto es sensacional. Por otro lado, es una lente que aporta poco o nada a la experiencia diaria. La fotografía macro no es de esas cosas que vayamos a usar a menudo y, a título personal, habría preferido un telefoto.
Selfie de día
La cámara selfie nos ha dejado con un muy buen sabor de boca. La nitidez del sujeto es muy buena y el HDR consigue recuperar sin problema los fondos más quemados, así como aplicar algo de contraste. Precisamente por eso recomiendo dejar el modo HDR automático activado. Es una buena cámara delantera con un angular más que correcto para fotos en grupo. Sin ninguna queja.
Lo mismo podemos decir del modo retrato. Aunque la foto sale algo más clara y el sujeto tiene un poquito menos de detalle, el desenfoque está muy bien logrado, incluso en las zonas complicadas como el pelo o las gafas. Es un bokeh natural y progresivo que, por cierto, podemos ajustar desde los ajustes para que haya más o menos desenfoque. Nos repetimos: la cámara delantera de día nos ha gustado mucho.
Fotografía de noche
Cuando cae la noche el rendimiento de la cámara cae también, y no precisamente poco. Donde antes teníamos una foto muy bien enfocada y sin apenas ruido, de noche tenemos una foto que a simple vista puede verse que ha perdido nitidez. Aunque el dispositivo consigue mantener a raya las luces altas propias de la noche, como las farolas, el nivel de detalle se reduce considerablemente. Esto puede apreciarse al hacer zoom, ya que vemos cómo aparece el ruido y el efecto acuarela. No es una mala foto, pero tampoco es que sea de las mejores.
Con el gran angular la experiencia es bastante peor. La imagen tiene poca nitidez, los colores no se corresponden con los obtenidos con el sensor principal y la calidad global de la foto es mucho más pobre. La escena, en general, está muy lavada. ¿Podemos sacar alguna foto buena con el gran angular de noche? Sí, pero lo cierto es que es mejor dejarlo tranquilo y aprovecharlo cuando sea de día.
Si hacemos aumentos notaremos esa reducción de nitidez de la que hablábamos antes. Aunque el sensor es capaz de conservar las líneas relativamente bien definidas a simple vista, se nota que estamos haciendo cropping. La imagen tiene un ruido evidente y los elementos del fondo están bastante más difuminados. Eso sí, a diferencia de lo que sucede cuando usamos el gran angular, los colores sí se corresponden con los obtenidos con el sensor principal sin zoom.
Si usamos el modo de 108 megapíxeles cuando la luz escasea se repite la fórmula vista cuando es de día. Es decir, tenemos una imagen con un nivel de detalle algo más alto, pero el resultado es similar al conseguido con el sensor principal en modo automático. Podemos apreciar una mejor nitidez de los elementos lejanos, pero se sigue apreciando que nos falta luz y que el el sistema de postprocesado tiende a meter más ruido de la cuenta.
¿Y qué hay del modo noche? No podría faltar, por supuesto. El modo noche no se activa automáticamente como sucede en otros smartphones, sino que tenemos activarlo nosotros manualmente. Al tomar la foto, tendremos que sujetar el teléfono durante dos o tres segundos mientras el dispositivo captura la escena. El resultado es una foto con más contraste y claridad, colores algo más fieles y detalles más marcados a costa de conseguir texturas más lavadas. Es un modo noche que nos ha gustado y que consigue fotos que, visualmente hablando, están mejor conseguidas.
Decíamos antes que el HDR de noche se notaba para mal, y ahora veremos por qué. Al usar el modo HDR, la cámara consigue marcar más los detalles lejanos y levanta las sombras. A simple vista la foto es mejor, pero si ampliamos veremos que las texturas se han lavado muchísimo, hasta el punto de se pierde detalle. La foto sin HDR es más suave, más natural, mientras que con el HDR se consigue más contraste y claridad sacrificando nitidez de las texturas.
Selfie de noche
Si de día el selfie nos convenció mucho, de noche lo hace también. Eso sí, cuando el HDR no está activado. La foto es más que correcta y el sujeto sale bien definido, tal y como podemos ver en la imagen superior. Es cierto que los detalles del fondo salen más oscuros, pero es lo que tiene que sea de noche. Sin embargo, cuando activamos el HDR el sistema levanta demasiado las sombras y, en el camino, las luces altas, resultando en una imagen demasiado brillante con los colores algo más saturados de la cuenta.
El modo retrato, por su parte, también funciona correctamente. Es cierto que se aprecia una caída en el nivel de detalle, pero la cámara consigue recortarnos y separarnos del fondo de forma precisa y natural. Es un modo retrato bastante bien conseguido y nos ha gustado mucho.
Vídeo
Pasamos así a hablar del vídeo. El Xiaomi Mi 11i es capaz de grabar hasta en 8K a 30 FPS y 4K a 60 FPS. También es capaz de grabar en HDR, si bien eso supone limitar la resolución a 4K y la tasa de fotogramas a 30. El dispositivo nos permite grabar con el sensor principal y el gran angular, pero solo nos deja cambiar de cámara durante la grabación grabando en FullHD a 30 FPS.
El nivel de detalle al grabar en 8K es sensacional, aunque al usar esta resolución perdemos la estabilización. Eso se nota de día, pero todavía más de noche, cuando nos enfrentamos a saltos de frames y vibraciones bastante bruscas. El mejor resultado lo conseguimos al grabar en 4K a 30 FPS (con HDR) o en 4K a 60 FPS (sin HDR), ya que el vídeo queda bien estabilizado y natural, incluso cuando apenas tenemos luz. Para muestra, un botón varios botones.
Como podemos comprobar en los vídeos superiores, el rendimiento del Xiaomi Mi 11i es bueno, pero sin llegar a lo que nos ofrecen modelos de gama alta más caros. Eso, sin embargo, no quiere decir que no vayamos a disfrutar grabando vídeo. Es un gama alta y hay que medirlo usando al resto de terminales de gama alta como baremo, pero no significa que no sea un buen móvil para grabar vídeo, sobre todo en 4K.
Xiaomi Mi 11i, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, la conclusión que extraemos es que el Xiaomi Mi 11i es un Xiaomi Mi 11 con algunos añadidos y algunas carencias. Entre ellas, sin ir más lejos, que la pantalla es plana, que cámara principal no tiene OIS, que tiene algo menos de batería y que no tiene carga inalámbrica.
Por lo demás, es un dispositivo que destaca como ya destacan el resto de dispositivos de gama alta de Xiaomi. Es un gama alta y como tal se comporta, por lo que en la práctica tendremos un dispositivo solvente en casi todos los apartados y mejorable en algunos, como la batería y la cámara. En pocas palabras, es un terminal que sin destacar en nada, se sabe defender con soltura.
Es, básicamente, un gama alta más que compite de tú a tú con los modelos de Samsung, Huawei, OPPO y OnePlus. ¿Para quién es? Para todos aquellos que busquen un buen móvil por menos de 700 euros y que no quieran tener un dispositivo con pantalla curva.
8,7
A favor
La pantalla es una gozada, ¡y es plana! El rendimiento es superlativo, el Xiaomi Mi 11i puede con todo. Cuando la luz acompaña, la cámara ofrece resultados bastante buenos.
En contra
La autonomía no es tan alta como nos habría gustado. El rendimiento de la cámara de noche es bastante mejorable. Maniáticos de la limpieza, estás advertidos: se llena de huellas con solo mirarlo.
Xiaomi Mi 11i 5G – Smartphone 6.67» (WiFi, Bluetooth 4.0, Qualcomm Snapdragon 888 2.84GHz, 128 GB de memoria interna, 8 GB de RAM, cámara de 108 MP), Plata [Versión ES/PT]
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Xiaomi Mi 11i, análisis: larga vida a los móviles de gama alta con pantalla plana
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
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