La tripulación de la nave Shenzhou-20, que tenía previsto aterrizar este miércoles en Mongolia Interior, se ha visto forzada a posponer su retorno a la Tierra. La causa no es mal tiempo, como suele ser habitual en vuelso tripulados, sino el enemigo más temido de la exploración espacial moderna: un probable impacto de basura espacial.
Evaluando riesgos. La Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA) daba la noticia esta mañana: el regreso de los tres astronautas a bordo de la Shenzhou-20 se ha retrasado indefinidamente tras las sospechas de que la nave haya sido alcanzada por un pequeño trozo de basura espacial.
La nave sigue acoplada la estación espacial china Tiangong, donde los tripulantes se encuentran a salvo. La tripulación y los ingenieros en tierra están analizando el impacto en la nave para tratar de determinar el alcance de los daños y evaluar los riesgos del viaje de regreso.
El problema es la reentrada. Tres personas viajaron a la estación espacial china en abril a bordo de la nave Shenzhou-20: Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie. El problema no es su supervivencia inmediata, sino la viabilidad de que su nave sobreviva a la maniobra de reentrada atmosférica tras el impacto.
En la órbita baja, los objetos viajan a velocidades hipersónicas de hasta 28.000 km/h. A esa velocidad, incluso un diminuto fragmento de metal o pintura puede liberar una energía cinética devastadora, especialmente si impactan contra componentes críticos como el escudo térmico de la nave o sus paracaídas.
Qué sabemos por ahora. La CMSA no ha especificado dónde cree que se produjo el impacto ni qué datos les alertaron del suceso. Ahora, los ingenieros en tierra y la tripulación en órbita realizarán comprobaciones de telemetría, verificarán posibles fugas y analizarán los sistemas de guiado y propulsión.
Es muy probable que utilicen el brazo robótico de 10 metros de la estación Tiangong para realizar una inspección visual detallada de la Shenzhou-20. Si fuera necesario, no se descarta una actividad extravehicular (EVA) o caminata espacial para evaluar los daños de cerca.
Un problema que China intentaba evitar. La ironía de este incidente es que la propia tripulación de la Shenzhou-20 es plenamente consciente del peligro. De hecho, parte de su misión de seis meses en órbita se centró en mitigar este riesgo.
Dos de los astronautas pasaron seis horas en septiembre instalando escudos de protección adicionales contra fragmentos orbitales en el exterior de la estación Tiangong. Si bien reforzaron la estación el impacto parece haberse producido en lave que los traería de vuelta.
Imagen | CMSA
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La noticia
Tres astronautas chinos han retrasado su vuelta a la Tierra por un impacto en la nave. El sospechoso: basura espacial
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Matías S. Zavia
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