Xataka – Siempre se ha pensado que el té verde era bueno para perder grasa. Ahora sabemos por qué

El té verde es conocido desde hace siglos por sus propiedades antioxidantes y medicinales, y la ciencia moderna ha querido por ello investigar si realmente cuenta con efectos claros sobre enfermedades metabólicas importantes como la diabetes o la obesidad. Ahora, un nuevo estudio publicado en Cell ha querido profundizar más en sus mecanismos y revela que el té verde mejora significativamente la sensibilidad de la glucosa en ratones obesos. 

La dieta. Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación sometió a ratones a una dieta alta en grasas durante cuatro semanas para inducir la obesidad. Pasado este tiempo, dividieron a los animales: un grupo continuó con la dieta alta en grasas y recibió un extracto de té verde estandarizado (500 mg por kg de peso corporal), mientras que otro grupo solo recibió agua. Un tercer grupo de control consumió una dieta normal para ir comparando. 

La temperatura. La clave del estudio, y lo que lo diferencia de muchos otros, fue el control de la temperatura. Los ratones se mantuvieron en un ambiente de «termoneutralidad» a 28 °C. Esto es crucial porque la temperatura habitual de los laboratorios (unos 22 °C) supone un estrés por frío para los ratones, lo que les obliga a gastar más energía para mantenerse calientes y por ende adelgazar ‘artificialmente’. 

Este gasto energético extra puede enmascarar los verdaderos efectos de la sustancia estudiada como es en este caso el té verde. De esta manera, al eliminar este factor, los científicos pudieron observar de forma «limpia» el impacto real del té verde.

El resultado. Confirmaron el potente efecto del té verde sobre el control del peso y la salud metabólica. Según un estudio anterior del mismo grupo, los ratones obesos tratados con té verde llegaron a reducir su peso corporal hasta en un 30%, un resultado muy significativo. En la investigación actual, se observó que el tratamiento «previno eficazmente el aumento de peso corporal».

Pero además del peso que puede estar muy bien, lo más interesante sin duda es la capacidad que tiene el té verde de hacer que el organismo gestione mejor el azúcar en sangre. Se vio como los ratones obesos tratados con el extracto restauraron sus niveles de glucosa a cifras similares a las de los ratones sanos, como demostraron las pruebas de tolerancia a la glucosa y a la insulina (GTT e ITT). 

Aunque si se miran los valores en ayunas también hay importantes cambios, puesto que los ratones tratador tuvieron valores más bajos de azúcar que los ratones obesos que no fueron tratados. 

Efecto protector. Uno de los hallazgos más destacados fue el efecto protector sobre la masa muscular. La obesidad suele provocar una reducción del diámetro de las fibras musculares (atrofia), pero el estudio reveló que el té verde no solo previno este deterioro, sino que provocó un «aumento significativo del área de la sección transversal de las fibras musculares». Esto sugiere que el té verde protege al músculo de los efectos nocivos de la obesidad.

El mecanismo. Hay varios sistemas para entender por qué se dan estos efectos en el organismo: 

Metabolismo de las grasas: el tratamiento aumenta la expresión de genes clave involucrados en la captación de lípidos en los músculos, y también se potencia la creación de nuevas mitocondria que al final son las que van a gastar la energía. Captación de glucosa: se mejoró la captación de azúcar al mejorar la cantidad de receptores de insulina en las células así como el famoso transportador GLUT4 que permite que los músculos capten y usen esta azúcar mucho mejor quitándola del torrente sanguíneo. Producción de energía: el aumento de la enzima LDH en el organismo esta relacionada con un aumento del metabolismo energético que aumento en los ratones tratados. 

No es un milagro. Aunque los resultados son prometedores, la investigadora Rosemari Otton advierte de que no se trata de una solución milagrosa. La dosis utilizada en ratones equivaldría a unas tres tazas de té verde al día para un humano, pero la calidad es fundamental. 

Otton recomienda el uso de extractos estandarizados, ya que las bolsitas de té que tenemos en el supermercado no siempre garantizan la cantidad ni la calidad de los flavonoides que al final son los compuestos beneficiosos.

Imágenes | Towfiqu barbhuiya 

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Siempre se ha pensado que el té verde era bueno para perder grasa. Ahora sabemos por qué

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José A. Lizana

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