Todavía nos quedan años, muchos años, hasta que tengamos un robot llamado Jimmy que nos limpie la casa, quite el polvo, haga la colada y nos tenga todo como los chorros del oro. Pero mientras eso llega, un robot aspirador en condiciones nos puede ayudar a mantener el polvo, las miguitas y los pelos a raya. Alternativas hay a patadas y Realme, una joven marca que hasta ahora solo había lanzado móviles, relojes y auriculares, acaba de poner la suya en el mercado.
Como todo el catálogo de Realme, el Realme TechLife Robot Vacuum apuesta por ofrecer unas prestaciones interesantes a un precio contenido. Aspira, friega (o mejor dicho, puede fregar), se conecta con Google Assistant y Alexa y monta nada más que 38 sensores. Pero ¿cómo se comporta en el día a día? Pues en Xataka ya hemos tenido ocasión de probarlo y esta ha sido nuestra experiencia.
Ficha técnica del Realme TechLife Robot Vacuum
Realme TechLife Robot Vacuum
DIMENSIONES
350 x 350 x 100 mm
PESO
3.3 kilos
NAVEGACIÓN
LiDAR
POTENCIA DE SUCCIÓN
Silencioso: 500 Pa
Normal: 1.200 Pa
Turbo: 2.500m Pa
Máximo: 3.000 Pa
CAPACIDAD DEPÓSITO SÓLIDOS
600 ml
CAPACIDAD TANQUE AGUA
Sólidos: 350 ml
Agua: 300 ml
No incluido
CONECTIVIDAD
WiFi 2,4 GHz
APP
Sí, Realme Link
COMPATIBLE CON
Google Assistant, Alexa
PROGRAMABLE
Sí
BATERÍA
5.200 mAh
PRECIO
realme Techlife Robot Vacuum (Negro)
Diseño: sin sorpresas y un detalle
Comenzamos hablando del diseño, un apartado en el que no nos encontramos ninguna sorpresa. El robot aspirador de Realme es más bien grandote, con 35 centímetros de diámetro, y realme-nte (¿cuántas veces se puede hacer este chiste sin que venga la policía?) bajito (diez milímetros). Del suelo a la parte superior hay unos diez milímetros, lo que permite al robot colarse debajo de algunos sofás como el que hay en mi despacho. Es, para que nos hagamos una idea, parecido al Roborock S7.
Es de color negro brillante y, desgraciadamente, se llena de polvo con solo mirarlo. En la parte superior tenemos el visor láser centrado y dos botones, el de vuelta a la base y el de encendido. En el frontal tenemos el clásico amortiguador para los golpes, en la parte trasera el acceso al depósito y a los filtros (todo en uno) y en la parte inferior el cepillo central, las pletinas para la carga, la rueda omnidireccional y las dos ruedas de movimiento.
El depósito que viene incluido en la caja es de 600 ml y solo de sólidos. Y sí, es cierto que el robot aspirador de Realme puede fregar, pero para ello habrá que comprar por separado la mopa y el depósito de sólidos y líquidos. Por lo tanto, no hemos podido poner a prueba estas capacidades en este análisis. El depósito se extrae desde atrás, pulsando sobre un botón y tirando hacia fuera. Es fácil y no opone mucha resistencia.
Como podemos ver, no tenemos nada del otro mundo, salvo por el hecho de que el robot aspirador de Realme cuenta con dos cepillos laterales. ¿Por qué? Más allá de para hacerlo simétrico, porque uno de los problemas que tienen los robots aspiradores circulares es que no se llevan bien con las esquinas. Poniendo dos cepillos, el robot consigue apurar un poco más el aspirador en las esquinas, si bien es cierto que no son su punto fuerte.
En cuanto a la base de carga, se nota que Realme ha tenido que recortar en algún sitio para mantener el precio bajo y yo, personalmente, lo he apreciado en el cable. Es demasiado dúctil y se nota poco resistente. No obstante, no es algo que vayamos a estar moviendo y usando todo el rato, sino que lo manipularemos una vez para colocar la base en un rincón de casa y listo.
La base no tiene mucho misterio. Es relativamente compacta, pesa poco y se fija bien al suelo, aunque habría agradecido tener algún tipo de pegamento o base con más fricción que las almohadillas de silicona que están preinstaladas. Algo que me ha gustado es que si retiramos la tapa inferior de la base accederemos a unos soportes para enrollar el cable restante una vez conectado. Muy bien, sobre todo para los que no gusten de tener cables tirados por el suelo.
Configuración y puesta a punto
Antes de empezar a usar el robot aspirador tenemos que vincularlo con el móvil a través de la app Realme Link (iOS / Android). La experiencia es similar en ambos sistemas operativos. Realme Link nos va guiando por todo el proceso de configuración, que no es nada fuera de lo normal, pero os dejamos un pequeño resumen aquí abajo:
Nos aseguramos de haber retirado todo el embalaje y protectores del robot y de la base. Como recomendación general, intentad que la base no esté en un sitio demasiado angosto, sino que haya espacio entre la base y los obstáculos más cercanos, como un metro más o menos. No es estrictamente necesario, pero sí recomendable.
Desde la app Realme Link comenzamos el proceso de configuración. Pulsamos en el botón superior del «+», en el módulo enorme que pone «Tech Trendsetter» y seleccionamos el robot.
Introducimos la contraseña de nuestra red WiFi (importante: tenemos que estar conectado a la banda de 2,4 GHz y no a la de 5 GHz, porque el robot no es compatible con ella).
Encendemos el robot y dejamos pulsado el botón de carga y de encendido al mismo tiempo durante tres segundos hasta que escuchemos el aviso por voz. Soltamos los botones y pulsamos en siguiente.
La app buscará el robot y lo encontrará. Pulsamos sobre el botón que nos aparecerá, configuramos la red WiFi y esperamos a que se complete el proceso de enlace. En total, poco más de un minuto.
Ya tenemos el robot listo para usar. Ahora simplemente tenemos que darle a «Iniciar» en la app y esperar a que el robot complete la primera pasada de reconocimiento. Es muy chulo porque podemos ver en tiempo real cómo el robot mapea la casa. Cuando termine, el mapa estará listo y dividirá las estancias automáticamente.
Mi recomendación personal como usuario que ha probado varios robots aspiradores y que usa uno en su día a día: dejad la casa como suela estar normalmente. Por ejemplo, si tenéis una mesa con cuatro sillas, no subáis las sillas y dejadlas en su sitio, donde están normalmente. De esa forma el mapa será más fiel a la casa.
Cómo es la limpieza
Antes de nada, el contexto. Mi piso tiene unos 60-70 metros cuadrados de los cuales útiles son unos 50 y el suelo es parqué. No tengo alfombras porque vivo en Córdoba y estamos en verano y tampoco tengo mascotas que suelten pelo. ¿Cuánto tarda el robot en completar la limpieza completa? Una hora, minuto arriba, minuto abajo.
¿Podría con casas más grandes? Sin duda, pero seguramente le cueste un poco más. El dispositivo tienen una batería de 5.200 mAh y al terminar de limpiar mi casa en modo normal vuelve a la base con un 65% de batería. Más o menos, una carga da para dos pasadas completas. Tras ello, habrá que esperar nada más que unas seis horas hasta que se cargue por completo.
Dicho esto, vayamos con la limpieza. Desde la app podemos ver en todo momento la trayectoria que ha seguido el robot. Siempre hace lo mismo: pequeños bucles de arriba a abajo con ligeras separaciones entre ellos. Es un sistema conocido y que emplean muchos robots del mercado, y lo cierto es que funciona.
El robot se esmera en meterse entre las sillas y en los huecos en los que considera que cabe. Lo consigue en algunas ocasiones, aunque también tiende a pasar de largo y bordear las sillas. No suele quedarse atascado o atrapado, aunque puede hacerlo. Alguna vez he tenido que ir a por él por haberse quedado atascado con una cortina o un cable, pero no ha sido la norma.
El problema lo tiene con las esquinas. No apura lo suficiente, sobre todo cuando son esquinas pequeñas. El robot hace una trayectoria con cierta curvatura, por lo que sí o sí se deja bordes sin aspirar. Es verdad que los dos cepillos (cuya velocidad de rotación aumenta al navegar cerca de una pared) ayudan a minimizar los restos, pero no hacen magia.
Realme incluye en el paquete un filtro preinstalado y otro de repuesto. Cada filtro consta de tres capas: un filtro grueso para partículas grandes, una esponja para partículas medianas y un filtro HEPA que filtra el 99% de las partículas PM 2,5, según Realme. Este último es lavable.
En cuanto a los modos de potencia, como decíamos antes tiene cuatro: silencioso, normal, turbo y máximo, además de una función que sube la potencia automáticamente cuando detecta suelo irregular. El óptimo es el normal. Es el que más he usado y no he notado que se deje migas, polvo o restos tras hacer una pasada. Si tenéis mascotas, quizá sea interesante usar el modo turbo o máximo para evitar que se deje pelos.
Durante este análisis he notado que el robot subía la potencia automáticamente a pesar de que, como decía, el suelo es parqué y no tengo alfombras. Entiendo que no es tan regular como un suelo completamente liso, pero lo que no entiendo es que el robot suba la potencia automáticamente sin motivo aparente. Da la sensación de que detecta algún tipo de irregularidad en el suelo y sube la potencia, pero no hay irregularidad alguna. Es algo que hay que pulir vía software, sin duda.
El cepillo central es de cerdas y no de silicona. Los pelos se quedan bastante enredados y, de vez en cuando, toca hacerle algo de mantenimiento. Por fortuna, Realme incluye en la caja un peine con cuchilla que podemos usar para limpiar los filtros y cortar fácilmente los pelos del cepillo.
La navegación es precisa y el robot se mueve con soltura (por algo tiene 38 sensores repartidos a lo largo y ancho de su chasis, claro). Nunca se ha perdido y nunca ha tenido comportamientos erráticos, como choques fuera de lo normal o intentar meterse en un sitio en el que sabe que no cabe. La vuelta a la base cuando termina de limpiar también es precisa.
Sin embargo, sí me ha pasado alguna vez que, incluso sin haber pasado por todas las habitaciones, el robot, que aún tenía batería, consideraba completada la limpieza y volvía a la base. Se dejaba en el camino el despacho de mi pareja, mi despacho y la cocina, aunque había completado, curiosamente, las estancias más lejanas (el dormitorio y el baño principal), el pasillo (que da a los dos despachos) y el baño de invitados.
Desde la aplicación, que ya adelantábamos antes que divide las estancias automáticamente (de forma bastante precisa, por cierto), podemos modificar el reparto de habitaciones de la casa, hacer limpieza selectiva por salas, áreas y zonas, establecer zonas restringidas y configurar el modo de fregado.
Pero como decíamos antes, Realme no incluye en el paquete el kit de fregado (mopa y tanque de agua), así que no podemos valorarlo. Sí podemos decir que el robot puede hacer movimientos con forma de S (ahorra energía) o Y (más preciso, pero con mayor consumo), pero no podeos entrar a analizar su rendimiento.
En cualquier caso, y a modo de resumen, el robot aspirador de Realme nos ha dejado con un buen sabor de boca en líneas generales. No es el mejor del mercado y tiene algunos problemas con las esquinas, pero nos servirá bien para mantener la suciedad a raya. Jamás sustituirá, ni este robot ni ninguno, a una limpieza a fondo manual, pero sí que nos ayudará a deshacernos de migas, polvo y suciedad en el suelo en general.
Cómo es la app
La app que usamos para controlar el robot es Realme Link. Es una app muy sencilla, con las opciones justas y necesarias para controlar el robot y establecer ciertas rutinas. No tiene mucha complicación, funciona relativamente bien y, para ser un robot económico, nos hemos quedado satisfechos.
En la pantalla principal tenemos el mapa de nuestra casa con las estancias separadas y diferenciadas con colores. Arriba tenemos un resumen de la sesión de limpieza, abajo los modos y más abajo los botones de acción. Todo se hace con uno o dos toques, así que sin quejas en este aspecto.
Podemos modificar el nombre de la estancias, separarlas, combinarlas, modificar los colores, etc. El problema es que la app solo acepta caracteres ingleses, por lo que nada de usar la «ñ» para «baño». De hecho, si lo haces, la ventana se cierra y, al tiempo, la app crashea y se reinicia. Es una minucia, pero no está de más comentarlo.
¿Qué opciones nos da la aplicación? Podemos programar una limpieza (para que pase todos los días a tal hora por toda la casa o estancias concretas), activar el modo no molestar, usar el mando a distancia (para controlar el robot a placer), buscar el robot, administrar los mapas (hasta cinco), modificar la trayectoria de fregado, activar el modo personalizado (para que el robot limpie en el orden que queramos) y activar o desactivar el impulso automático (para alfombras y suelos irregulares).
Asimismo, podemos acceder al historial de limpieza, a los ajustes de voz y volumen (chino, mujer inglesa o niños ingleses) y al estado de los consumibles. Esta última sección contempla el filtro, el cepillo lateral y el cepillo principal, cuya vida útil estimada es de unas 150 horas. Si los cambiamos tendremos que reiniciar el contador.
Mantenimiento
El mantenimiento del robot aspirador de Realme es de lo más sencillo. Lo que haremos más frecuente es limpiar el tanque de sólidos, algo que dependiendo de lo sucio que esté el suelo haremos más o menos. Tiene una capacidad de 600 ml, que no es precisamente poca, y en mi caso lo he vaciado cada tres días, aunque aún tenía espacio para almacenar suciedad.
El cepillo central se extrae fácilmente y limpiarlo es tan sencillo como usar el accesorio que Realme incluye en la caja. Simplemente tenemos que usar la cuchilla para cortar los pelos y tirar de ellos. Yo esto lo hago cada semana por una cuestión de rutina, pero dependerá mucho de si tenéis o no mascotas.
El filtro HEPA del filtro se puede lavar con agua, siempre y cuando lo dejemos secar bien antes de volver a ponerlo. De la misma forma, conviene limpiar regularmente el sensor TOF del frontal, el de caídas, el de obstáculos, el LiDAR de la zona superior y los pines de contacto. Para ello, podemos usar un paño seco y suave.
Realme TechLife Robot Vacuum, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, podemos decir que la experiencia con el Realme TechLife Robot Vacuum es positiva. No es, ni de lejos, el robot más completo del mercado (sobre todo si los comparamos con los iRobot/Roomba), pero sí que se comporta correctamente. La navegación es precisa, la potencia de succión es suficiente para tragar migas y partículas grandes y la app, sin ser la más completa, ofrece opciones interesantes.
Sin embargo, quedan aspectos por pulir como el rendimiento en las esquinas, el cepillo central (que se llena de pelos), los tiempos de carga y que algunas veces opte por no meterse entre las sillas o en los recovecos más complicados en los que cabe. Por no hablar de que el kit para fregado no está incluido en el precio.
En cualquier caso, el robot aspirador de Realme es una buena opción para los que quieren un dispositivo asequible, solvente y capaz. Si lo que buscamos es un robot para quitar la suciedad del suelo propia del día a día, el Realme TechLife Robot Vacuum será una opción a contemplar.
realme Techlife Robot Vacuum (Negro)
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Realme TechLife Robot Vacuum, análisis: es posible deshacerse de las miguitas y el polvo sin pagar de más
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
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