Xataka – Probamos el Hyundai Ioniq 5: el coche eléctrico con carga ultrarrápida de 800V y grandes argumentos para ser el nuevo eléctrico de referencia

Su retro-futurista diseño atrae todas las miradas. El Hyundai Ioniq 5 es un coche eléctrico llamado a iniciar una nueva era dentro del fabricante, con el estreno de la plataforma E-GMP y la inclusión de tecnologías como la carga ultrarápida de 800 V o un techo solar para recargar energía. Un crossover con tres metros de distancia entre ejes y un espacio interior propio de los SUV.

Hemos probado el nuevo Hyundai Ioniq 5 y aquí os contamos lo que ofrece. Un vehículo construido desde un inicio como eléctrico y que supone un soplo de aire fresco en diseño. En Corea del Sur está arrasando en ventas y ahora llega a España, con muchos argumentos para convertirse en uno de los coches eléctricos de referencia.


Un SUV compacto con aires de Delorean

El Ioniq 5 es más grande de lo que aparenta en las imágenes. Mide 4,63 metros de largo, con 1,89 de ancho y 1,60 de alto. Técnicamente es un SUV compacto del segmento C o, como viene denominándose, un CUV (Crossover Utility Vehicle). En apariencia tiene una línea bastante compacta, pero esos tres metros de distancia entre ejes se notan. Como referencia, este Ioniq 5 es más grande que el Volkswagen ID.4 y equivalente en largo a un Toyota RAV4.

Además del tamaño, lo más llamativo del Ioniq 5 es sin duda su diseño. En nuestro recorrido por las carreteras de Valencia podíamos notar como el resto de conductores giraban la cabeza para intentar adivinar qué coche era ese. Es un modelo que llama la atención y tiene una estética que uno puede asociar fácilmente con el imaginario de coche eléctrico.

Inspirado en el Hyundai Pony de los años 70, las líneas del Ioniq 5 me recuerdan al Delorean. Con un capó tipo concha, paragolpes en V y unos faros LED en forma de píxeles. Si le añadimos la recta diagonal de las puertas y ese tono grisáceo clásico, uno no sabe si el Ioniq 5 es más propio del futuro o del pasado.

Las llantas elegidas son de 20 pulgadas, las más grandes incorporadas por Hyundai en un coche eléctrico. En proporción con el vehículo resultan bastante voluminosas, ya que el coche no destaca especialmente por su altura. Gracias al uso de la nueva plataforma, el suelo es completamente plano. No es tampoco un coche especialmente pesado (1.830 kilogramos con 170 CV y 2.020 con 306 CV) y en la conducción se nota bastante estable.

La capacidad del maletero es de 527 litros, ampliables hasta los 1.587 con los asientos abatidos. A esto hay que sumarle el maletero delantero bajo el capó. Se trata de una amplitud generosa, algo en lo que los coches eléctricos también destacan. En comparación, el ID.4, seguramente su rival más cercano, ofrece un maletero similar (543 litros).

El logo de Ioniq sobresale ligeramente, como si flotase sobre la tira de LEDs.

306 CV, tracción total y un consumo por debajo de los 20 kWh/100km

El Hyundai Ioniq 5 se ofrecerá en varias versiones, partiendo de un motor de 170 CV, pasando por 218 CV y alcanzando los 306 CV con tracción total, el modelo que nosotros hemos podido conducir durante unas tres horas.

Con 605 Nm de par motor, la aceleración del Ioniq 5 es excelente. Suele ser la tónica de los eléctricos y en este caso podemos alcanzar los 100 km/h en 5,2 segundos. Una cifra bastante buena que nos permite salir de los semáforos y adelantar con facilidad, incluso sin utilizar los modos de conducción más deportivos. En el modelo básico, esta aceleración de 0 a 100 km/h se sitúa en los 8,5 segundos. En todos los modelos, la velocidad está capada a los 185 km/h. Dato a la práctica irrelevante para el día a día.

Detrás del volante tenemos una palanca giratoria para la transmisión. El propio volante puede colocarse a varias alturas y transmite buen agarre. La construcción en general es bastante sólida y combina zonas minimalistas con otras partes más sobrecargadas. Se agradece que los botones de los modos de conducción estén en el propio volante.

También encontraremos detrás del volante los niveles de recuperación y el i-Pedal, que podremos ir toqueteando para ajustar la conducción e intentar ampliar la autonomía. El Ioniq 5 promete una autonomía de hasta 481 kilómetros bajo ciclo WLTP, aunque el modelo superior se queda en 451 kilómetros.

La conducción del Ioniq 5 es muy sencilla y agradable. El coche responde suavemente y tiene un tacto muy asistido. No hay ninguna presencia de garra o tracción. En este sentido, el Ioniq 5 cumple muy bien con lo que prometen los coches eléctricos: potencia inmediata, silencio y suavidad en la conducción. No hay emoción, pero sí es extremadamente práctico para el día a día.

Nuestra prueba no es suficiente para extraer conclusiones, pero por lo que hemos podido ver en nuestra conducción despreocupada es que el consumo se situará fácilmente por debajo de los 20 kWh/100km. Algo que coincide con el dato teórico de consumo, que en el modelo de 225 kW (306 CV), es de 19 kWh/100 km y en el modelo de 125 kW (170 CV) es de 16,7 kWh/100km.

El Ioniq 5 es el primer modelo de la marca en añadir ayudas a la conducción semiautónoma, con su sistema «Highway Driving Assist 2». Su uso es bastante natural y combina bien con el resto de avisos como el asistente de límite de velocidad o el de ángulo muerto.

Amplio espacio interior y doble pantalla de 12,3 pulgadas

La habitabilidad y amplitud en el interior es uno de los puntos fuertes del Ioniq 5. Los asientos se elevan electrónicamente y se reclinan en diagonal. La isla central puede moverse unos 14 centímetros adelante y atrás para ganar espacio y poder salir por la puerta derecha delantera.

Hyundai promociona el interior del Ioniq como un «Smart Living Space», en referencia a poder hacer tareas dentro del coche. En esta dirección, contamos con un enchufe en el inferior del asiento trasero central y un puerto USB debajo del sistema de infoentretenimiento. En total, el Ioniq 5 cuenta con cinco puertos USB.

Los materiales utilizados en el interior son reciclados, procedentes de lana, botellas de plástico o aceites vegetales. En general la estética interior es bastante clara y limpia. Tenemos un salpicadero minimalista, donde todas las miradas van a parar a las dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas.

En la primera de ellas tenemos la instrumentación, donde también podremos ver las cámaras laterales que complementan los retrovisores. Cuando activamos el intermitente, automáticamente aparecerá el vídeo de la cámara lateral. Está bien implementado y es útil, aunque por el momento creemos que le falta recorrido para poder aspirar a sustituir a los retrovisores.

Mejor implementado está el sistema Head-up Display con Realidad Aumentada (AR HUD). Es un añadido sencillo que proyecta sobre el parabrisas información como la velocidad o indicaciones para girar en un área virtual de 44″. Tiene cierta latencia en las señalizaciones que se podría mejorar en el futuro, pero es un buen complemento.

El sistema de infoentretenimiento tiene el mismo tono y el diseño de los menús se aprecia moderno. La navegación es sencilla, aunque quizás los iconos son demasiado pequeños para utilizarlos durante la conducción. Afortunadamente, Hyundai ha decidido conservar algunos botones físicos para acceder a las funciones más utilizadas, como los mapas, la música o el climatizador. Algo que se agradece y sí ofrece un buen equilibrio entre lo digital y lo analógico.

En esta pantalla también aparecerá la cámara trasera, donde además de la imagen directa y sus respectivas líneas también tenemos al lado una visión vertical con el recorrido del giro.

En los laterales contamos con un sistema de sonido firmado por Bose, con ocho altavoces y un subwoofer que ofrecen un buen nivel de sonido y graves contundentes. También contaremos con compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, así como un sistema de 15W para cargar inalámbricamente el smartphone.

A nivel de conectividad, Hyundai ofrece la aplicación Bluelink. Desde esta podremos bloquear o desbloquear el coche, mirar el status de la batería, activar el climatizador y ajustar la temperatura y programar la recarga eléctrica. La aplicación ha sido actualizada para la ocasión, siendo un buen complemento y equiparándose a otras alternativas como FordPass del Mustang Mach-E. En el futuro, el sistema podrá actualizarse vía OTA con nuevas funciones.

Cargando el coche en 18 minutos

Si hay un aspecto determinante en los coches eléctricos es su carga. Es la principal diferencia con los vehículos de combustión y probablemente lo que más eche para atrás a posibles compradores. En este sentido, el Ioniq 5 destaca especialmente con la incorporación de carga ultrarrápida de 800 voltios, compatible con cargadores de 350 kW. El doble de los 400 V habituales.

Durante la prueba pudimos conectar el coche a uno de los cargadores ofrecidos por la compañía y comprobar su funcionamiento. EL mecanismo es sencillo y contamos con 10 LEDs que indicarán el porcentaje de batería.

Según los datos técnicos, el Ioniq 5 es capaz de completar del 10 al 80% en apenas 18 minutos y conseguir hasta 100 kilómetros de autonomía en cinco minutos. Se trata de un salto en la capacidad de carga que muy pocos coches eléctricos hoy en día incorporan. Lo encontramos en el Porsche Taycan, pero no en competidores de su rango de precio como pueden ser el ID.4, el Mach-E o el Skoda Enyaq iV.

Hyundai explica que dispone de 230.000 puntos de recarga en Europa y ofrece un año del paquete premium en los cargadores Ionity. Sin embargo, la realidad es que hoy en día en España no hay apenas cargadores que admitan esta carga ultrarrápida.

El número de cargadores Ionity en España es muy reducido. Hasta dentro de unos años no tendremos infraestructura suficiente para sacar partido a la carga ultrarrápida del Hyundai Ioniq 5.

Si en ocasiones ya cuesta encontrar cargadores, con los de 350 kW es todavía más difícil. Esto provoca que no será hasta dentro de unos años cuando el Ioniq 5 pueda lucir todo su potencial.

Además de la carga rápida, la nueva plataforma E-GMP, que también es la base del Kia EV6, permite ubicar baterías capaces de almacenar energía. Esto tiene una implicación directa en como se gestiona la energía y también tiene su función práctica. El Ioniq 5 cuenta con la función V2L que permite cargar otros dispositivos como un patinete eléctrico, una lámpara e incluso otros coches. El vehículo puede cargar con hasta 3,6 kW de potencia a través de sus dos puertos de carga, funcionales tanto con el coche encendido como apagado.

Como complemento para la batería, el Ioniq 5 también incluye un techo solar fotovoltaico que promete ofrecer un extra de 1.500 kilómetros anuales, según estimaciones basadas en pruebas puntuales. Otro añadido que muestra como este Ioniq 5 incorpora múltiples novedades respecto a lo que ya ofrecía la marca con otros eléctricos como el Hyundai Kona EV.

No es solo el precio, también la disponibilidad

El Hyundai Ioniq 5 está disponible en España con precios que oscilan entre los 43.620 y 59.920 euros, en función de la batería y motor elegido. Si bien, con las ayudas del nuevo plan MOVES III, Hyundai explica que el precio de partida se queda en unos 33.810 euros. El modelo estará disponible en nueve acabados.

En comparación, el Ioniq 5 más básico con 170 CV y batería de 58 kWh es unos 5.000 euros más caro que el Volkswagen ID.4. Un gran coche con un precio acorde, tirando a elevado. Hyundai ha dado un salto en todos los apartados y la tecnología que incorpora el Ioniq 5 lo convierte en uno de los eléctricos de referencia, preparado para seguir siendo competitivo dentro de unos años, cuando su precio empiece a bajar y la disponibilidad aumente.

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Probamos el Hyundai Ioniq 5: el coche eléctrico con carga ultrarrápida de 800V y grandes argumentos para ser el nuevo eléctrico de referencia

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por
Enrique Pérez

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