Pese a que el cambio manual nos ha acompañado a todos los que nos hemos sacado el carné de conducir en España, las transmisiones automáticas hace tiempo que se están imponiendo en el mercado. Con un salto entre marchas más rápido y suave y con una gestión mucho más optimizada que décadas atrás, sólo los más entusiastas se resisten a las transmisiones automáticas. Y los fabricantes quieren ofrecerles un futuro a pesar de las mecánicas híbridas y eléctricas.
Con la progresiva electrificación de los automóviles, los fabricantes han optado por automatizar la mayor parte de sus mecánicas. Con ellas consiguen una gestión más sencilla de la potencia en los modelos en los que se combina electricidad y combustión y, además, se simplifica la tarea en los eléctricos, que sólo cuentan con una relación. De hecho, el Porsche Taycan es el único modelo eléctrico en el mercado con dos marchas.
Eliminar el cambio de marchas manual de la ecuación deja fuera de juego un posible mal uso del mismo por parte del conductor, que además siente una mayor comodidad en sus trayectos diarios, pues sólo tiene que preocuparse de acelerar y frenar. De hecho, con una buena gestión de la frenada regenerativa, los vehículos eléctricos pueden llegar a conducirse casi exclusivamente con el pedal derecho.
Reinventando la caja de cambios manual
Es curioso que una marca como Ford haya patentado en Estados Unidos (mercado donde siempre se han impuesto claramente las cajas de cambio automáticas) un nuevo cambio manual que carece de pedal de embrague. El sistema es muy parecido al cambio «by-wire» de Hyundai-Kia, en el que el pedal de embrague envía una señal eléctrica a un sistema electromecánico en la caja de cambios para decirle que debe desembragar la transmisión. Acto seguido se mete marcha con la palanca de cambios y el vehículo se adapta a la nueva relación. En este tipo de cambios manuales el conductor no siente nada distinto a cualquier otro sistema en el que el pedal del embrague esté unido a éste físicamente.
En la patente de Ford, sin embargo, el ejercicio que en el caso de Hyundai y Kia se realiza con el pedal queda reducido a un botón en el cambio de marchas. La misma señal electrónica se envía desde el cambio y sólo se necesita presionarlo y meter una marcha nueva para comenzar a disfrutar de la nueva relación. Es decir, se facilita el trabajo al conductor y se mantiene la transmisión manual.
Toyota, por el contrario, ha optado por un sistema completamente distinto. También en la oficina de patentes de Estados Unidos, la firma japonesa ha registrado lo que es un sistema de cambio manual virtual. En este caso el coche cuenta con pedal, palanca de cambios y un selector de modos de conducción. En uno de ellos se utiliza tanto el pedal como la palanca de cambios. En un segundo modo sólo se utiliza la palanca de cambios y, en el último, el propio cambio automático simula los cambios de marcha.
Pasar página
Si bien el cambio de marchas de Ford puede tener sentido como una simplificación del cambio manual y una mayor comodidad para los conductores que así lo prefieran, cabe preguntarse si algún aficionado optaría por la opción nipona de acabar siendo desarrollada en el futuro, pues se rumorea que puede ser la solución para un futuro Ford Mustang híbrido.
Quien ha montado en un coche eléctrico sabe que éste elimina gran parte de los inconvenientes de los vehículos de combustión en la circulación diaria. Son menos ruidosos, más suaves y el cambio automático se convierte en la mejor opción para circular por ciudad o en un atasco. De hecho, hace tiempo que los aficionados al motor se han ido reduciendo y los fabricantes (también empujados por las instituciones europeas) han optado por un mayor control de sus sistemas y han ido dejando a un lado los vehículos más pasionales, que suponen un nicho de mercado muy pequeño.
Como consecuencia, la mayor parte de los conductores han aceptado con más o menos ganas los cambios automáticos y sólo los aficionados más entusiastas preferirán un cambio manual. Pero, ¿es necesario que Toyota o cualquier otro fabricante intente atraer a estos conductores con cambios manuales artificiales? Estas patentes no son las únicas que quieren acercar a este público a los futuros eléctricos. En los últimos años han proliferado los modelos deportivos que incorporan un sonido falso a sus altavoces cuando se acelera. Incluso en modelos completamente eléctricos. ¿Tiene esto algún tipo de sentido?
Personalmente, creo que es muy difícil que una transmisión manual completamente virtual pueda atraer a un gran aficionado del motor al coche eléctrico. Tampoco sonidos artificiales que salen por los altavoces cuando se activa un modo supuestamente «racing» o «sport». Al aficionado no le quedará otra que pasar por el coche eléctrico y, si tiene esa suerte, permitirse un vehículo del que pueda disfrutar el fin de semana y con el que, además, pueda circular y no tenga la entrada prohibida a una zona de bajas emisiones. De hecho, ya es lo que les sucede a muchos, cumplir en sus trayectos diarios con un vehículo funcional y disfrutar de transmisiones manuales y motores más tragones los festivos. Y no parece que los últimos intentos de las marcas por atrapar a este mercado vayan a funcionar.
–
La noticia
La cruzada por el cambio manual: las marcas se han empeñado en salvarlo en plena transición eléctrica
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
.