Xataka – He probado ChatGPT Atlas y tengo clara una cosa: Google tiene mucho de lo que preocuparse

OpenAI no para de lanzar nuevos productos. Tras la viralidad de los vídeos de Sora 2, hace unas horas han anunciado Atlas, el nuevo navegador con ChatGPT integrado que quiere cambiar nuestra forma de navegar y supone una gran amenaza al monopolio de Google. He estado probando Atlas con la versión gratuita de ChatGPT y estas son mis impresiones. 

Adiós Google, hola ChatGPT

La IA está cambiando la forma en la que navegamos por internet y Atlas es el paso más contundente en esta dirección. Nada más abrir el navegador no hay ni rastro de Google o un motor de búsqueda, sólo ChatGPT. Podemos buscar en Google, pero está un poco escondido. 

Si por ejemplo tecleamos «mejores películas», veremos que nos aparecen un montón de sugerencias para completar nuestra búsqueda y abajo del todo la opción de buscar con Google. También podemos teclear o pegar una URL y se abrirá la web en concreto, pero el protagonismo de la búsqueda se lo lleva por completo ChatGPT. 

OpenAI no quiere que busques como lo hacías hasta ahora, quiere que cada pestaña sea un prompt que abra la correspondiente conversación con ChatGPT. Veamos de lo que es capaz.

Pregunta a ChatGPT

Una de las funciones estrella es que, mientras navegamos por otras páginas, ChatGPT siempre está disponible desde el botón de la esquina superior derecha. Al pulsarlo se abre una barra lateral donde podremos consultar detalles de la página que estamos visitando, como por ejemplo que nos haga un resumen o que nos ayude a entender mejor un concepto. 

Ayudándome a saber si el router será compatible con los que ya tengo.

Este botón es especialmente útil por ejemplo si estamos haciendo compras. Podemos pedirle detalles concretos de un producto y ChatGPT nos dará la respuesta entendiendo el contexto. Por ejemplo, me quiero comprar un router  adicional para añadir a mi sistema de malla, pero no tengo claro si este modelo será compatible. No pasa nada, le pregunto a ChatGPT sin ni siquiera tener que salir de la página.

Las Samba tallan pequeñas y ChatGPT lo sabe.

También podemos hacer otro tipo de preguntas, como si unas zapatillas tallan pequeñas y mucho más. En la web que estaba consultando no había zapatillas en la talla que me estaba recomendando ChatGPT, así que le pedí que me buscara esa talla en otras tiendas. 

Lo hizo, aunque la primera vez me sugirió distintos modelos de Adidas Samba que no eran de ese color. Tuve que especificarle que quería el modelo «Black Green Leopard». Me las encontró más baratas.

Es un buen apoyo a la hora de organizar un viaje.

Otro caso de uso es la preparación de un viaje. Aunque el modo agente puede ayudarnos a reservar hoteles y buscar vuelos, solamente está disponible en la versión Plus. Con la versión gratuita también podemos aprovechar las capacidades de ChatGPT a la hora de buscar viajes. 

En mi caso he estado mirando alojamientos en Andorra para el puente de diciembre, pero en vista de los precios y la baja disponibilidad, le pedí que me buscara otros destinos que estuvieran cerca de Valencia en coche. También le puedes preguntar cosas como qué lugares hay para visitar o restaurantes cerca del alojamiento.

Memoria y manejo de las pestañas

Lo del botón de ‘Pregunta a ChatGPT’ está bien, pero más allá de que lo tenemos más a mano, no se aleja mucho de lo que ya hace ChatGPT por sí mismo. Lo verdaderamente interesante es que el navegador tiene memoria, por lo que podemos volver a pestañas anteriores simplemente usando texto natural. Se acabó navegar por el historial buscando aquella web que visitamos y de la que no recordamos el nombre.

Muy útil para revisitar páginas.

En el caso de las zapatillas, ni siquiera necesité recordar cómo se llamaba el modelo concreto, simplemente con decirle que eran de leopardo ya lo entendió. Si no le das suficientes datos, te pedirá más referencias como la fecha en la que lo viste o si recuerdas alguna imagen. Lo he puesto a prueba con ejemplos más complicados, siendo menos concreta, y ha habido un par en los que no ha logrado ubicar la página que le pedía, pero en general funciona muy bien.

Por fin puedo cerrar pestañas sin preocuparme de tener que bucear para encontrarlas.

Quizás el uso más útil que he encontrado a esto de la memoria es que podemos pedirle que nos abra las pestañas que visitamos cuando estábamos haciendo una investigación sobre algún tema concreto. Tuve que decírselo dos veces, pero logré que abriera todas las webs que estaba visitando para preparar un artículo. También puede ser útil si por ejemplo estuviste  buscando ordenadores hace un par de semanas y quieres volver a revisar todos los modelos que consultaste.

Otro uso práctico si tienes Diógenes digital como yo, es pedirle que «limpie» las pestañas que tienes abiertas. Suelo abrir muchísimas pestañas mientras trabajo y las dejo ahí «por si acaso». Al final acabo teniendo decenas de pestañas abiertas, muchas de ellas no relacionadas con lo que estoy haciendo en ese momento. 

Escribiendo estas líneas, le he pedido que cerrara todas las pestañas que no me estaban siendo útiles en este momento. El resultado es que he pasado de casi una veintena a sólo seis pestañas. La memoria RAM de mi ordenador lo ha agradecido.

Eso sí, con esta función he tenido algunas dificultades y en varias ocasiones se ha quedado pillado o me ha dicho que había cerrado las pestañas cuando en realidad seguían abiertas. Si la IA alucina, es evidente que los navegadores con IA también lo van a hacer.

¿Y mi privacidad?

Por defecto, ChatGPT ve todo lo que hagamos en el navegador. Está muy bien para que nos resuma una página o nos aclare un concepto, pero quizás no queremos que vea contenido sensible como nuestro gestor de contraseñas o la web de nuestro banco. 

Si queremos ocultar una página a ChatGPT hay que hacerlo manualmente.

Para que ChatGPT no pueda curiosear según que datos, hay que pulsar en el icono que hay a la izquierda en la barra de direcciones y configurarlo manualmente. De esta forma, aunque el botón ‘Pregunta a ChatGPT sigue siendo accesible, si le preguntamos algo no podrá entender el contexto de la página. También tenemos la opción de desactivar las memorias o usar el modo incógnito si no queremos que recuerde detalles concretos de los sitios que visitamos. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que, por defecto, Atlas usará algunos datos para entrenar al modelo. La buena noticia es que se puede desactivar y no incluye el historial web o las grabaciones del modo voz, aunque si quieres también podrás compartirlas.

Atlas tiene margen de mejora, pero ya es la mayor amenaza para el dominio de Chrome

Ya era usuaria de Comet, el navegador de Perplexity, por lo que Atlas tampoco me ha parecido una revolución, al menos usando la versión gratuita. Con esto no quiero decir que no sea una propuesta interesante, lo es, pero es cierto que al estar familiarizada con otro navegador similar, no he tenido el mismo efecto ‘wow’.

Igual que Comet, tiene una curva de aprendizaje, sobre todo a la hora de distinguir entre usar ChatGPT, buscar en Google o ir a una URL. Obviamente el objetivo de Atlas es que siempre hables con ChatGPT y esto lo hace muy bien. Muchas veces que quería ver resultados de Google he acabado hablando con el chatbot porque la opción aparece la última.

ChatGPT alucina a menudo y no es fiable al 100%. Por extensión, Atlas tampoco lo es.

Tener ChatGPT a mano en cualquier página resulta muy útil y en las horas que llevo probándolo me ha funcionado bastante bien a la hora de entender el contexto, sobre todo cuando le he pedido buscar pestañas que he visitado. Sin embargo, ChatGPT alucina a menudo y no es fiable al 100%. Por extensión, Atlas tampoco lo es. Por ejemplo, cuando le he preguntado sobre la compatibilidad del router en la que no ha sido capaz de proporcionarme ningún enlace que respaldara sus afirmaciones. 

Teniendo en cuenta las limitaciones, Atlas es un navegador muy completo incluso en su versión gratuita y tiene la enorme baza de que su IA tiene la mayor base de usuarios del mercado. Muchas personas ya usan ChatGPT como si fuera un motor de búsqueda y ya vimos que ChatGPT Search era un problemón para Google. Que ChatGPT se convierta en navegador eleva aún más la amenaza para el dominio de Google Chrome.  Además, el navegador está basado en Chromium, por lo que podremos instalar todas las extensiones que tengamos en Chrome sin problema.

Google ya ha dado pasos para integrar la IA en su búsqueda con AI Overview y hace poco integraron Gemini en Chrome, pero como no se dé prisa en llevarlo a todo el mundo, OpenAI le va a adelantar por la derecha. Lo que está claro es que sea Atlas, Comet o el futuro Chrome, la navegación está a punto de cambiar para siempre.

Imágenes | Amparo Babiloni, Xataka

En Xataka | Los navegadores de IA tienen un problemón: que cualquiera que sepa escribir será capaz de hackearlos


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He probado ChatGPT Atlas y tengo clara una cosa: Google tiene mucho de lo que preocuparse

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Xataka

por
Amparo Babiloni

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