Cuando tienes problemas de temperatura en tu PC es que hay algo que no está funcionando como debería, o simplemente porque no has optimizado el flujo de aire de los ventiladores de tu caja para maximizar su rendimiento. En este artículo te vamos a dar una serie de consejos y recomendaciones para diseñar el flujo de aire perfecto en el interior de tu PC, de manera que puedas optimizar al máximo la temperatura.
Siempre insistimos en la importancia que tiene el escoger una caja adecuada para tu PC, ya que de ésta depende en gran medida el flujo de aire y con éste la temperatura de los componentes. Por muy bueno que sea el disipador que le has puesto a tu CPU, te sorprendería lo mal que puede funcionar si la caja y su flujo de aire no colaboran en la extracción del calor, así que vamos a repasar una serie de consideraciones que deberías tener en cuenta.
Si no diseñas el flujo de aire, nunca tendrás el mejor rendimiento
Es bastante posible que, si en tu PC tienes una caja con los ventiladores que traía de serie, ya tengas un nivel de rendimiento térmico con el que estés satisfecho. No obstante, debes saber que a pesar de que muchas cajas realmente no necesitan un rediseño del flujo interno porque ya es bastante decente con lo que traen de serie, no puedes aspirar a tener el máximo rendimiento si no lo diseñas tú mismo.
Esto es así porque el fabricante no puede saber qué hardware vas a meter en el interior de la caja, en qué disposición o si durante el montaje va a haber cables u otros componentes estorbando en el flujo. Por este motivo, puedes tener un buen rendimiento térmico pero difícilmente sea lo mejor posible, así que lo que debes saber es que si lo diseñas tú mismo puedes ganar varios enteros en temperatura, lo que a su vez significará un mejor rendimiento global del equipo y un menor nivel sonoro, amén de alargar la vida útil de todo tu hardware.
En resumidas cuentas, si eres un usuario medio que ha comprado una buena caja para el PC, el flujo de aire generalmente no es algo por lo que debas preocuparte, pero si eres un entusiasta (o un maniático del silencio) que quiere exprimir al máximo las posibilidades del PC, como verás a continuación en realizar esta tarea previa es algo que merece y mucho la pena.
Cómo diseñar el mejor flujo de aire para tu PC
A la hora de diseñar el flujo interno de la caja debes tener en cuenta varios factores:
El aire caliente tiende a subir, por lo que siempre es mejor que los ventiladores que extraen el aire caliente fuera de la caja deben estar ubicados en posiciones elevadas, mientras que los que meten aire fresco desde fuera hacia dentro deben estar en posiciones más bajas.
Debes tener especial cuidado a la hora de montar y canalizar los cables de la caja con el objetivo de que no haya componentes o cables por medio bloqueando el paso del aire.
Para diseñar un flujo de aire adecuado, los ventiladores con más caudal de aire (y a ser posible que sea dirigido) funcionan mejor que los que tienen más presión estática.
Todo aficionado al hardware sabe, aunque sea más o menos, que lo ideal a la hora de diseñar el flujo de aire es que los ventiladores frontales (e incluso inferiores de haberlos) deben meter aire fresco al interior de la caja, mientras que los que están instalados en la parte trasera y en el techo de la caja son los que deben sacar el aire caliente fuera. Esto mismo lo podéis ver representado en la imagen de arriba.
Sin embargo, hay un detalle que te permite hilar muy fino para maximizar el rendimiento; en muchas cajas, especialmente en las de gama alta, se permite modificar la altura a la que se atornilla el ventilador trasero, y alguno os preguntaréis ¿para qué sirve esto? La mayoría de los usuarios alineará perfectamente este ventilador con el ventilador del disipador (si es de aire) de la CPU, y aunque esto no está del todo mal, en realidad no da el mejor rendimiento.
Tened en cuenta lo que hemos dicho antes: «el aire caliente tiende a subir», y por este motivo lo ideal es que el ventilador trasero esté un poco por encima del ventilador del disipador (dependiendo de la distancia, entre 1 y 2 centímetros) porque de esta manera el aire caliente que expulsa el disipador y que tiende a subir encaja perfectamente con el marco del ventilador trasero. Como os hemos dicho antes, esto es hilar fino, pero al final todo suma para obtener el máximo rendimiento, ¿no?
En la imagen de arriba se puede ver claramente representado, aunque de manera un poco exagerada ya que el ventilador trasero es de 120 mm y el último ventilador del disipador es de 140 mm, por lo que nunca van a coincidir. No obstante, se puede ver que el ventilador trasero está alrededor de 1 cm por encima del ventilador del disipador (ya que la distancia es bastante escasa entre ambos) para maximizar la extracción del aire caliente.
Lo mismo sucede con la alineación entre los ventiladores frontales y el ventilador del disipador: en la imagen de arriba se puede ver que el ventilador superior del frontal está más bajo que el ventilador del disipador, y esto es ideal ya que el aire subirá, refrigerando los componentes que tenga por medio y entrará directamente al ventilador del disipador, maximizando así su eficacia ya que el aire que le entra está fresco.
De igual manera, el ventilador inferior del frontal está colocado de manera que su flujo de aire le llegue a la zona inferior de la tarjeta gráfica, que es precisamente donde ésta tiene los ventiladores que enfrían sus componentes, por lo que nuevamente la situación es ideal.
Lo que no es ideal en esta imagen de referencia que hemos puesto es ese ventilador superior sacando aire, ya que literalmente entorpecerá el flujo creado por todos los demás, haciendo que el aire vaya solo en una dirección (de delante hacia atrás), y aunque en realidad su funcionamiento tampoco es que vaya a alterar en demasía el rendimiento global de la caja, como hemos dicho antes aquí lo que buscamos es exprimir al máximo el potencial de refrigeración.
¿Cuánta diferencia hay entre diseñarlo a conciencia o no?
Como os hemos adelantado antes, realmente no hay demasiada diferencia, pero entre una caja «buena» con los ventiladores de serie y la misma caja pero con ventiladores seleccionados para tener un buen flujo de aire y que sea dirigido y con el diseño estudiado para que esté maximizado podemos obtener una diferencia de hasta 2-3 ºC en la CPU y hasta 5ºC en la tarjeta gráfica, que no es poca cosa a decir verdad.
Ahora bien, ya si comparamos el mismo hardware en una caja de dudosa calidad y mal ventilada y una caja buena con el flujo de aire bien diseñado, podemos tener unas diferencias de temperatura abismales (de hasta 10ºC en la CPU, por ejemplo), y muy especialmente si se está utilizando un disipador de refrigeración líquida ya que aunque parezca mentira éstos son más dependientes del flujo de aire interno de la caja que los disipadores por aire.
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