HardZone – ¿Por qué y en qué medida necesitas una base refrigeradora para tu portátil?

Muchas veces habrás leído sobre las bases refrigeradoras para ordenador portátil, un accesorio que promete mejorar la temperatura de funcionamiento del aparato. No obstante, hay muchos usuarios reticentes a su uso porque no les convence su utilidad o piensan que es un «trasto inútil» que al final no sirve para nada; en este artículo te vamos a contar qué es una base refrigeradora para portátil, qué característica tiene -o debe tener- y por qué sí que necesitarías una para tu portátil.

Hasta no hace mucho tiempo, las bases refrigeradoras se basaban en una mera base con rejilla con un ventilador de grandes dimensiones debajo, y ciertamente algunas eran tan sumamente de mala calidad que no servían para mucho más que hacer ruido; sin embargo, las cosas y la tecnología han cambiado y hoy en día una buena base refrigeradora puede marcar una gran diferencia, tanto con respecto a la experiencia de uso como al rendimiento del equipo, aunque resulte difícil de creer.

¿Qué es una base refrigeradora y qué características tiene?

Una base refrigeradora, como su propio nombre indica, es una base sobre la que poner el portátil encima y que incorpora uno o varios ventiladores colocados estratégicamente para coincidir con las entradas y salidas de aire del portátil, ayudando en gran medida a mantener una buena temperatura. Por este motivo, las bases refrigeradoras deben tener necesariamente rejillas para que el aire del ventilador o ventiladores pueda circular y llegar al portátil.

Aprovechando que estamos ante una «base» como tal, la mayoría de fabricantes también aprovecha este elemento para mejorar la ergonomía de uso en los ordenadores portátiles, de manera que la base sea mucho más allá que simplemente añadir ventiladores para fomentar la refrigeración.

Por este motivo y como podéis ver en la imagen de ejemplo que hemos puesto arriba, generalmente cuentan con una bisagra y unos soportes que permiten elevar la parte de atrás para que quede en diagonal, de manera que al colocar el portátil encima se quede en una posición mucho más cómoda. Obviamente, si la base refrigeradora tiene esta posibilidad también ha de tener unos topes en la parte de abajo para que el portátil no se escurra y se quede fijo en su sitio.

Adicionalmente a esto y dado que todas las bases refrigeradoras se alimentan mediante USB, la gran mayoría también incorpora un hub de puertos USB (en muchos casos USB 2.0 pero en los modelos de más alta gama son USB 3.0) por lo que también sirven para ampliar la conectividad del equipo, ya que de hecho la mayoría de portátiles modernos no tiene demasiados puertos USB disponibles.

Finalmente, en la era de la «iluminación RGB» en la que vivimos muchas bases refrigeradoras también incorporan precisamente iluminación RGB en aras de adaptarse a la estética gaming que tienen muchos PCs y ordenadores portátiles hoy en día. En la mayoría de los casos, lamentablemente, esta iluminación tan solo permite escoger el color y los efectos o apagarla, pero no existen modelos que se integren con el ecosistema de iluminación de ningún fabricante.

¿Por qué necesitarías una para tu ordenador portátil?

Los ordenadores portátiles, y muy especialmente los orientados al gaming, equipan hardware bastante potente para entregar un gran rendimiento, y esto conlleva necesariamente un mayor consumo y generación de calor. Si tenemos en cuenta que este potente hardware va empaquetado en un ordenador portátil de reducidas dimensiones (y muy especialmente en cuanto a su grosor), significa que el sistema de refrigeración que tiene es generalmente bastante ineficiente y ruidoso.

Esto implica que el hardware de los ordenadores portátiles tiene que funcionar, en comparación con el hardware de un PC de sobremesa, a una temperatura mucho mayor y por lo tanto sus ventiladores, que siempre son de tipo blower (turbina), deben girar a una gran velocidad para mantener el equipo dentro de los rangos saludables de temperatura, lo que implica que generan bastante ruido.

El contar con una base refrigeradora con buenos ventiladores sirve, en la mayoría de los casos, para reducir bastante la temperatura de funcionamiento del portátil ya que estará fomentando la circulación del aire. Además, aunque parezca contraproducente porque en realidad estamos añadiendo más ventiladores, también ayudará a que el sistema sea más silencioso porque a pesar de añadir más ventiladores, estos girarán más despacio al estar el equipo a una menor temperatura. Y ya sabéis, si el equipo está a menor temperatura tendrá una vida útil mayor y, además, se mejorará el rendimiento porque se evita el thermal throttling.

Además de esto, contar con una base refrigeradora también sirve para mantener una postura más ergonómica a la hora de utilizar el portátil, puede añadir más conectividad con los hub de puertos USB y en algunos casos incluso mejoran la estética con la iluminación RGB (para quien le guste). En definitiva, usar una base refrigeradora en un portátil y máxime si éste es potente solo aporta ventajas, motivo por el que es altamente recomendable.

En qué fijarte a la hora de comprar una base refrigeradora

Debes tener en cuenta una cosa primordial, y es que no todos los portátiles están diseñados igual y quizá donde un modelo tiene una entrada de aire, otro tiene una salida. Es importante que te fijes por lo tanto en la ubicación de las rejillas de tu portátil para saber si debes darle la vuelta o no a los ventiladores de la base refrigeradora de manera que metan o saquen aire según la rejilla del portátil sea de entrada o salida de aire respectivamente. Igualmente, deberías fijarte en la posición de las rejillas y escoger una base refrigeradora que tenga los ventiladores colocados de manera que coincidan con estas rejillas.

Otra cosa a tener en cuenta es que cuanto mayores sean los ventiladores de la base refrigeradora mayor caudal de aire serán capaces de mover girando más despacio y, por lo tanto, emitiendo menos ruido. Generalmente es más efectivo y silencioso el tener un único ventilador de 200 mm que dos de 120 mm, por ejemplo.

Además de eso, te recomendamos que busques bases refrigeradoras que tengan un hub de puertos USB 3.0 (en su mayoría las hay con USB 2.0), ya que así aprovecharás para mejorar la conectividad de tu portátil. Aparte de esto, también te recomendamos que escojas una base que permita regulación de altura, ya que así de paso podrás mejorar la ergonomía a la hora de utilizar el portátil.

En cualquier caso, el uso de una base refrigeradora es altamente recomendable y más si el portátil es potente y genera mucho calor. Puede ser incómodo llevar la base de una parte a otra con el portátil, pero si eres de los que lo utiliza siempre en una o dos ubicaciones físicas, desde luego que merece y mucho la pena.

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