Si tenemos la necesidad de utilizar diferentes aplicaciones a la vez y queremos mejorar nuestra productividad, lo mejor que podemos hacer es utilizar un segundo monitor. Sin embargo, un segundo monitor no siempre es la mejor solución si no sabemos cómo sacarle el máximo partido.
Si quieres saber cómo puedes mejorar tu productividad en el día a día utilizando una configuración de doble monitor, a continuación, os mostramos la mejor forma de hacerlo y así evitar arrepentirnos de haber comprado un segundo monitor.
Aunque creo que no es necesario mencionarlo, no está de más recordar que la mejor forma de sacarle todo el partido a un monitor secundario es utilizando la función Ampliar no Duplicando el escritorio disponible a través del menú Win + p (Proyectar).
Escala y resolución
Pero, antes de nada, incluso antes de comprar un segundo monitor es importante tener en cuenta la resolución. Si ya utilizamos un monitor con resolución 4K, el monitor que compremos como secundario, es importante que también sea de la misma resolución.
Aunque no es estrictamente necesario si es recomendable para evitar tener que adaptar la vista continuamente cada vez que cambiamos la vista para buscar el puntero del ratón, proceso que, a la larga, puede provocar mareos. Si ya hemos un segundo monitor y ambos no ofrecen la misma resolución, es recomendable cambiarla para que en ambos sea la misma.
Brillo, contraste y color
Si una de las dos pantallas ofrece diferentes niveles de brillo, cambiar continuamente entre ambos puede ser una pesadilla para nuestros ojos. Para evitarlo, debemos ajustar el nivel de brillo para que este sea prácticamente el mismo en ambos, un proceso muy sencillo si se trata del mismo modelo de monitor, no vamos a tener ningún problema en utilizar la misma configuración en ambos.
También debemos tener en cuenta el nivel de contraste y color. La mejor forma de utilizar una configuración similar en ambos monitores es utilizando la aplicación Calibrar color de la pantalla, una aplicación nativa de Windows que nos permite establecer una configuración de color y contraste muy similar en ambos monitores.
Utilizar atajos de teclado
Los atajos de teclado es uno de los mejores inventos de la informática al igual que la papelera de reciclaje. Utilizando atajos de teclado, podemos cambiar rápidamente las aplicaciones entre los monitores, maximizar y minimizar aplicaciones, cambiarlas de ubicación, ajustarlas a un borde o esquina y mucho más.
Barra de tareas
No podemos dejar de mencionar la barra de tareas cuando trabajamos con una configuración de doble monitor. De forma predeterminada, Windows duplica la barra de tareas en ambos monitores, una configuración que modificar para que únicamente se muestre en el principal y no se en el secundario dese las opciones de configuración de Windows.
Fondos de pantalla
Windows 11 permite establecer diferentes fondos de pantalla en cada uno de los monitores que tengamos conectados al equipo, una función que no se encuentra disponible en Windows 10. También permite utilizar fondos de pantalla diseñados para monitores ultrapanorámicos en una configuración de doble monitor.
Utilizar diferentes fondos de pantalla en una configuración de dos o más monitores, nos permite rápidamente identificar con cuál estamos trabajando ya hacia donde tenemos que dirigir la mirada cuando necesitamos acceder a la información que muestra. Esto que puede parecer banal, mejora considerablemente nuestra productividad.
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