Durante muchísimos años, los pen drive USB han sido los infalibles aliados de los usuarios que necesitaban mover información de un sitio a otro. Con lo pequeños que son, que caben hasta en un llavero, su compatibilidad universal USB y su coste relativamente bajo los han convertido en un producto estrella durante años. Sin embargo, vivimos en una era en la que los pen drive USB han perdido gran parte de su protagonismo y, de hecho, sus ventas han bajado notablemente. En este artículo os vamos a explicar los porqués de esto, pero ya os adelantamos que, en esencia, era una algo inevitable.
El primer pen drive USB lo lanzó la compañía israelita M-Systems en el año 2000. Se trataba de un pequeño dispositivo llamado DiskOnKey, y tenía una capacidad de apenas 8 MB. Desde ese momento ya ha pasado un cuarto de siglo, que se dice pronto, y tanto su capacidad como sus prestaciones ha ido evolucionando mucho con el tiempo… pero evidentemente ya son dispositivos que han quedado completamente obsoletos.
Por qué los pen drive USB se han quedado obsoletos
Un pen drive USB es muy cómodo porque lo puedes meter en cualquier parte, pero también tenían dos desventajas bastante evidentes: por un lado, su capacidad muy limitada; aunque hay dispositivos de alta capacidad, con hasta 1 TB o incluso más en algunos casos (bastante caros), realmente lo habitual eran unidades de 128 GB como mucho, y eso no da para gran cosa. La segunda desventaja también es evidente: son pequeños y fáciles de perder, y como se conectan a un USB del PC quedan sobresaliendo y son bastante propensos a sufrir accidentes y romperse.
Los pen drive USB actuales son tan pequeños que se pueden llevar en un llavero. Foto: cottonbro studio (Pexels)
En sus inicios y durante bastante tiempo, los pen drive USB ofrecieron una ventaja considerable frente a disquetes o CDs ya que permitían almacenar cientos de megabytes o incluso gigabytes con gran facilidad. Pero hoy en día, con vídeos en 4K, flujos de datos enormes para profesionales de edición, grandes bibliotecas de datos o copias de seguridad, los modelos típicos de USB Flash ya resultan claramente insuficientes. Como hemos mencionado antes, existen unidades de 1 o 2 TB, pero su precio y rendimiento hace que no merezcan la pena.
Dicho de otra manera, en la era de los disquetes, CD e incluso DVD y Blu-Ray los pen drive USB fueron casi la panacea, ofreciendo mucha más comodidad, capacidad y velocidad. Pero hoy en día, ni la capacidad ni la velocidad que ofrecen es ya suficiente para satisfacer las necesidades de la mayoría.
Además, está lo que ya hemos comentado antes por encima: estamos ante dispositivos pequeños y que se pueden perder o dañar fácilmente, por no hablar de que en muchos casos se utilizan como herramientas para introducir Malwares y derivados. Hoy en día, eso de «meter un pen drive en el llavero y ya está» ha dejado de ser práctico.
Las alternativas que marcan el futuro del almacenamiento portátil
El ocaso de los pen drive USB no deja un vacío, sino que poco a poco han sido sustituidos por su evolución natural, soluciones más rápidas, fiables, seguras y con más capacidad. Hablamos por ejemplo de los SSD externos, que se han convertido en la referencia para quienes necesitan transportar grandes cantidades de datos. Siguen usando el conector USB, pero gracias a las interfaces USB 3.1 Gen 2×2 o Thunderbolt 4, alcanzan tasas de transferencia por encima del gigabyte por segundo, por lo que mover 2 TB de datos ya no significa tener que esperar horas, que es lo que sucede con los pen drive USB.
Aunque por norma general son más grandes que los pen drive y suelen llevar el cable aparte, siguen siendo dispositivos bastante pequeños y fáciles de transportar aunque no puedas llevarlos en el llavero.
Los SSD externos ocupan más espacio, pero ofrecen mucha más capacidad y velocidad. Foto: Corsair.
Por otro lado tenemos las tarjetas de memoria SD y microSD de alta capacidad, especialmente si utilizan los nuevos estándares UHS-II y UHS-III, que ofrecen una alternativa extremadamente compacta (incluso más que la de los propios pen drive) y eficiente para dispositivos portátiles. Por supuesto, si con los pen drive ya era un problema el perderlos por lo pequeños que son, con las tarjetas de memoria es peor todavía, pero ofrecen grandes capacidades con mucha velocidad y son relativamente económicas.
Finalmente, tenemos la evolución más evidente: el almacenamiento en la nube. ¿Quién no tiene hoy en día una cuenta de GMail con Google Drive, Onedrive con cuenta Microsoft o Dropbox? Estas plataformas y muchas otras te «regalan» una gran cantidad de almacenamiento en la nube, y han eliminado la necesidad de tener que transportar datos en dispositivos físicos: simplemente inicias sesión en cualquier equipo y ahí están tus datos almacenados.
El almacenamiento en la nube sí que ha supuesto una auténtica revolución, porque incluso con los planes gratuitos tienes una enorme capacidad de almacenamiento, muy rápido (con la velocidad de Internet que tenemos hoy en día no es un problema), fiable (los datos o el dispositivo no se deterioran) y que no depende de conectividad física. El almacenamiento ya se ha vuelto casi una extensión de la propia red.
Preguntas frecuentes sobre los pen drives USB
¿Por qué los pendrives USB se están quedando obsoletos?
¿Cuáles son las principales alternativas a los pendrives USB?
¿Qué ventajas ofrecen los SSD externos frente a un pendrive?
¿Es el almacenamiento en la nube un buen sustituto?
¿Cuándo se creó el primer pendrive USB?

