Con todo el inmenso catálogo de Warner a su disposición, tiene todo el sentido que HBO Max pueda ofrecernos una buena sartenada de películas de primera categoría. Y aunque abundan los rivales, cuando tenemos ganas de buen cine, HBO Max suele ser una opción prioritaria. Desde franquicias como DC o ‘El Señor de los Anillos’ a éxitos recientes de gran interés, pasando por clásicos absolutos. Nos damos un paseo por lo que tiene HBO Max para nosotros, y encontramos todo esto.
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El mago de Oz (1939)
No importa las décadas que pasen, el colorido y la imaginación de este clásico permanecen intactos. Todos la hemos visto millones de veces, pero el adorable magnetismo de sus efectos, sus vestuarios, sus canciones y su Technicolor son una lección fantástica de toido lo que nos gusta del cine. ‘Wicked‘ ha revalorizado sus escenarios y su mundo de imaginación, pero francamente, nos quedamos con el no-del-todo ingenuo original. ¿’El Padrino’? ¿’Ciudadano Kane’? ¿’2001′? Quita, quita: esta es la auténtica obra maestra total del séptimo arte.
El resplandor (1980)
¿La película más aterradora de todos los tiempos? Bueno, puede ser. Lo que está claro es que es una de las mejores películas de su género de toda la historia, quizás la mejor adaptación de Stephen King y, sin lugar a dudas, una pesadfilla hiperinfluyente que ha dejado su huella en la cultura pop en forma de parodias, imitaciones y mil formas más de ecos en el tiempo. Jack Nicholson y Shelley Duvall dan vida a una pareja en crisis que se enfrenta a los espectros de un hotel encantado y aislado en la nieve, y Stanley Kubrick se encarga de darle un orden sicótico y enigmático a todo. Ah, si quieres más Kubrick, en HBO Max tienes también ‘La naranja mecánica‘ y ‘Eyes Wide Shut‘
Gremlins (1984) y Gremlins 2 (1990)
¿Estamos ante los bichos más entrañables de la historia del cine? Puede discutirse, aunque cuentan con nuestro voto a favor: estas dos producciones de Steven Spielberg dirigidas por Joe Dante y que forman una dupla única (aunque acaba de anunciarse una tercera entrega para 2027) aún pasman no solo por lo obvio (el carisma de los peluches, el magnífico plantel de protagonistas, su ritmo frenético), sino por el exquisito choque de géneros que proponen, especialmente la primera entrega. Una especie de mezcla alquímica de humor amable, horror violento y espíritu navideño que cobra vida gracias al anárquico espíritu destrozón de sus peludos protagonistas.
Pesadilla en Elm Street 1-5 (desde 1984)
Podemos entrar en múltiples discusiones sobre cuál es la mejor franquicia de terror de los ochenta. Cada cual tiene las suyas, pero nosotros nos quedamos con la protagonizada por Freddy Krueger: las cinco primeras entregas (faltan la más floja, la sexta, y el extrañísimo metacolofón de ‘La nueva pesadilla’) son gloriosos espectáculos de imaginación y efectos especiales tradicionales, cada una con su personalidad. De la sordidez sin límites de la inabarcable primera entrega al regreso a los orígenes de la quinta, pasando por el manifiesto queer involuntario de la segunda, la gloriosa mixtura de cine proto-superheroico y horror de la tercera o la verbena de látex y gore de la cuarta. Diversión sin límites.
Aliens el regreso (1986)
Aunque nada (ni la sonrisa de un niño, ni un atardecer perfecto en una isla desierta del Pacífico) puede superar a ‘Alien, el octavo pasajero’, su secuela entra en su propia categoría de leyenda de la acción y la ciencia ficción de los ochenta. Todo funciona como un absoluto misil en esta película: de la definición de los personajes a la evolución de Ripley, pasando por la presentación de la Reina Alien o el giro en la personalidad del nuevo sintético. Una absoluta maravilla que se puede revisar sin miedo una y otra vez.
Bitelchús (1988)
HBO Max tiene una considerable colección de películas de Tim Burton (la reciente secuela de Bitelchús, las dos ‘Batman’, la deliciosa ‘Mars Attacks!’ y las más bien horribles ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ y ‘Sombras tenebrosas’), pero nos quedamos con esta absoluta maravilla del inicio de su carrera, que aún hoy sigue pasmando por su mezcla orgánica y divertidísima de terror y comedia. Chistes gruesos, sátira venenosa de la normalidad burguesa, un diseño de personajes extraordinario, efectos especiales adorables e imaginación desbordante casi en cada plano.
Sin perdón (1992)
Por desgracia no hay casi nada del espléndido catálogo de Clint Eastwood en HBO Max (recomendamos, si quieres más, la también accesible por la plataforma ‘Mystic River‘), pero esta es una de sus mejores obras, así que no conviene dejar pasar la oportunidad. Una reformulación del western clásico que traza un puente entre el pasado del género, del que Eastwiood forma orgullosa parte, y lo que estaba por venir en los años venideros. Una maravilla rotunda en forma y fondo y con un reparto increible donde brillan el propio Eastwood, Gene Hackman, Morgan Freeman y Richard Harris.
Trilogía ‘El Señor de los Anillos’ (desde 2001)
Qué decir a estas alturas de una de las obras cumbres del cine de fantasía y aventuras de las últimas décadas: buena parte de su secreto está en partir de una saga literaria considerada también una leyenda del género, los tres libros de J.R.R. Tolkien. Con una espectacular puesta en escena y una profunda exploración de temas como la lucha entre el bien y el mal o la corrupción del poder, Jackson enhebró una saga que ha vivido coletazos como la última precuela en formato serie, pero que difícilmente veremos igualada. Equilibrando la épica de las batallas con momentos íntimos, estamos ante una obra de orfebrería que consigue comunicar, sin banalizarlo, la vastedad y complejidad del universo de Tolkien.
El protegido (2000)
Minusvalorada en su día por quienes esperaban una nueva ‘El sexto sentido’, esta película de superhéroes-que-no-lo-son-tanto se adelantó a toda la fiebre actual por el género, y ha acabado ganándose una consideración de culto hasta generar un par de secuelas de las que en HBO Max puedes ver la última, ‘Glass‘. El duelo entre Bruce Willis y Samuel L. Jackson como dos seres extraordinarios y al límite tiene resonancias casi míticas, y gracias al uso de la atmnósfera y el ritmo magistrakles de M. Night Shyamalan, ‘El protegido’ nos llega hasta hoy casi conservada en una burbuja exquisita donde solo se parece a sí misma.
Saga ‘Destino final’ (desde 2000)
La saga casi al completo (falta la cuarta, que suele perderse en estas compras de paquetes en plataformas), culminando con la reciente y magnífica ‘Lazos de sangre’, que reformula la idea originasl sin perder ni un ápice de su encanto. Ya sabes de qué va esto en la franquicia de terror juvenil más morbosa y malabarista: un grupo de chavales escapan por los pelos de un accidente rocambolesco, pero la muerte toma nota e intenta ir eliminándolos en el mismo orden en el que tendrían que haber muerto originariamente. Toda una variación del concepto tradicional de las «maldiciones» en una serie que es diversión pura.
Chicas malas (2004)
Una de las piezas clave del resurgir de la comedia juvenil de principios de siglo. Inteligentísima y rebosante de bilis, gracias al guión de Tina Fey trasciende su condición de producto para adolescentes con la historia de una joven que tiene que descifrar las complejas dinámicas sociales del instituto. Pese a su ingenuidad inicial acaba involucrada en un grupo de chicas populares, al que pronto planeará destronar. Con diálogos ingeniosos y un agudo análisis de las luchas de poder juveniles, Lindsay Lohan demuestra su carisma y su mala idea en una película que, pese a su condición de entretenimiento pasajero, sigue tan vigente como en su día.
El truco final (2006)
Aunque en la plataforma está la trilogía del Caballero Oscuro, nos quedamos con esta película semi-olvidada de Christopher Nolan que, sin embargo, tiene todo lo que nos gusta: magos decimonónicos y David Bowie. La película relata la intensa rivalidad entre dos ilusionistas victorianos, convertida en competición obsesiva por crear el truco de magia definitivo. Misterio, romanticismo e incluso elementos de ciencia ficción se dan cita en una película que es, ante todo, el espléndido retrato de una obsesión, en una película en la que lo de menos es la estructura narrativa alambicada propia de Nolan, y lo mejor, su extraordinaria factura visual y su reparto encabezado por Hugh Jackman y Christian Bale.
Zodiac (2007)
Una dupla perfecta, morbosa y oscura de thrillers de David Fincher en HBO Max: ‘Seven‘ y, más de una década después, esta ‘Zodiac’ basada en hechos reales y que narra la obsesiva búsqueda del asesino en serie que aterrorizó San Francisco a finales de los años sesenta. La película sigue a varios personajes clave en la investigación, y con un tono realista y meticuloso, que evita el sensacionalismo y muestra el impacto psicológico de la investigación entre los que la siguen, Fincher crea una atmósfera tensa y obsesiva y que, finalmente, no ofrece demasiadas respuestas al caso, más allá del vacío y la incomprensión. Soberbias interpretaciones de Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr. y Mark Ruffalo, en una película nada comercial y que no da respuestas definitivas en ningún sentido.
It (2017)
Acompañada de su inseparable y también fantástica secuela, esta nueva adaptación del clásico de Stephen King (basada en la que para muchos es su mejor novela) no consigue hacer olvidar del todo la excepcional miniserie de los ochenta, sobre todo porque Tim Curry es mucho Tim Curry. Pero su fidelidad al libro original y la decisión de dividir la historia en dos partes a la vez entrelazadas e independientes le da una consistencia única al conjunto. Extraordinario Bill Skarsgard revitalizando a Pennywise, un plantel de jóvenes actores excepcional y una buena sartenada de imágenes tan icónicas como aterradoras.
Vivarium (2019)
Una película única y desconcertante, pero altamente disfrutable y llena de sorpresas, con un mensaje que apela a problemáticas tan tangibles como la escasez de vivienda, pero que a ratos parece un episodio enloquecido de la ‘Twilight Zone’ más abstracta. Una joven pareja que quiere comprar su primera casa se tropieza con la oportunidad de adquirir un terreno en una urbanización compuesta por casas idénticas y donde flota un ambiente extraño. Al visitar la casa número 9, quedan atrapados en un ciclo sin fin de calles iguales, sin poder salir de la urbanización. Es solo el principio de una situación cada vez más asfixiante y extraña, que encuentra en Imogen Poots y Jesse Eisenberg a dos perfectos náufragos con los que elaborar una descarnada y rotunda crítica social.
Parásitos (2019)
Al más puro estilo coreano, una mezcla imbatible de géneros (comedia negra, thriller, drama social) y un fuerte contenido simbólico son los puntos fuertes de esta historia sin villanos claros y con un mensaje incómodo: la riqueza y la pobreza funcionan en un ciclo perpetuo de dependencia y conflicto. Todo a partir de la historia de una familia que vive en la precariedad, y que desarrolla un plan para infiltrarse en la vida de otra familia, esta muy adinerada, haciéndose pasar por empleados cualificados. La flojera del capitalismo, al desnudo en la consagración total del cine coreano en Hollywood, al convertirse en la primera película en lengua no inglesa que ganó el Oscar a Mejor película.
Titane (2021)
Una mezcla contundente y no para todos los gustos de terror y drama que explora, con un enfoque originalísimo, cuestiones tan complejas como la identidad de género, los límites del cuerpo y las relaciones familiares tóxicas. La protagonista es una mujer que lleva un implante de titanio en el cráneo tras un accidente automovilístico, y cuya relación obsesiva con los coches la han llevado a la violencia y el aislamiento. Con elementos de body horror, momentos de violencia explícita y un simbolismo muy potente, ‘Titane’ desafía al espectador y fue merecedora de la Palma de Oro en Cannes.
Dune (2021) y Dune: Parte Dos (2024)
Mejor acudir a estas dos películas como una sola (que pronto serán trilogía, ya completando la historia) que verlas por separado. Aunque adaptar la torrencial obra de Frank Herbert es imposible, Dennis Villeneuve hace un buen trabajo evocando la atmósfera, los paisajes y las intrigas que subyacen en las novelas, aunque sea de un modo inevitablemente simplificado. Un reparto colosal, una puesta en escena épica, y aunque al final siempre vamos a preferir la versión de David Lynch, estas dos no son malas sustitutas. Y si tienes ganas de más, la serie precuela también da tumbos por HBO Max.
Otra ronda (2023)
Estimulante tragicomedia danesa que retrata el experimento de cuatro profesores de secundaria que deciden mantener un nivel constante de alcohol en sangre para comprobar sus efectos en la vida cotidiana. Con un punto de partida tan sencillo, y sin abandonar nunca un tono tan reposado como ligero, la película explora cuestiones existenciales como el vacío vital, la crisis de madurez y la búsqueda de significado en el día a día. Huyendo de moralismos y con personajes llenos de matices, la película destaca sobre todo por la interpretación memorable de Mads Mikkelsen, cuyo baile final es ya un clásico del cine que se hace al margen de las superproducciones.
Kinds of Kindness (2024)
El inclasificable Yorgos Lanthimos firma una película antológica compuesta por tres historias que abordan temáticas de dominación, sumisión y violencia, todo bañado en el humor negro y el tono provocador habituales del director de ‘Canino’. Emma Stone y Jesse Plemons están grandiosos en historias con arranques intrigantes y perversos, gente encerrada en relaciones y existencias teledirigidas, en una auténtica maravilla que también supone un tour de force para el espectador por el metraje de la película, pero que compensa, como de costumbre en Lanthimos, con un tipo de cine que nadie más hace.
La primera profecía (2024)
Una de las mejores películas de terror de 2024 llegó por sorpresa con una premisa tan poco atractiva como la de funcionar de precuela para la legendaria ‘La profecía’. Sin embargo, sus aterradoras imágenes y su cuidadísima factura de giallo tardío, además de su voluntad de distanciarse de la película original, pero a la vez rendirle pleitesía, la convierten en una absoluta maravilla. Seguiremos a una joven novicia que inicia un tormentoso camino hacia la revelación del origen del mal que dará lugar al Anticristo Damien, mezclando elementos de horror psicológico, satanismo y conspiración dentro de la iglesia.
Godzilla y Kong – El nuevo imperio (2024)
Aunque tienes el Monsterverso casi al completo por aquí (falta la que quizás es la mejor de todas, ‘La Isla Calavera’), nosotros nos quedamos con este último choque de monstruos. Un combate a zurriagazos colosales que desborda sentido del humor y de la maravilla, y que incluye una cantidad de violencia absolutamente cómica, mucha imaginación y decenas de bichos, incluidos una buena cantidad de simios malvados que obligará a nuestros dos héroes gigantes a firmar un armisticio. Absolutamente desvergonzada, altamente ruidosa, ‘El Nuevo Imperio’ simboliza un tipo de cine de consumo, alegre y trotón, que nos gustaría que se hiciera más a menudo.
Weapons (2025)
La mejor película de terror de 2025 es esta maravilla llena de humor, violencia y sorpresas, planteada como un retrato coral fragmentado con elementos de sátira suburbana. El inexplicable suceso de la desaparición de un aula entera de niños en plena noche vertebra una historia con un tono entre la sátira social y la historia de brujería, explorando temas como el trauma, la paranoia y la violencia oculta bajo lo cotidiano. Una gran sucesora, pero aún mejor, de la anterior película de Zach Cregger, ‘Barbarian’, gracias a la creación de una villana memorable.
Superman (2025)
Por supuesto, en HBO Max tienes todo el catálogo de superhéroes DC al completo, pero pocas igualan a la renovación que ha emprendido James Gunn con este ‘Superman’. David Corenswet nos brinda una visión muy distinta a la de Henry Cavill de hace unos años, que resulta más próxima a los comics clásicos y que ya enhebra un estimulante universo con futuros imprescindibles como Supergirl o Los Colegas de la Justicia. Vibrante, colorista y llena de humor, la guinda es un Lex Luthor absolutamente perfecto encarnado en Nicholas Hoult.
Los pecadores (2025)
Otra de las sensaciones del género de terror de 2025: una película de vampiros ambientada en el sur de Estados Unidos durante la década de los treinta, que mezcla una intensa narrativa sobrenatural con un profundo contexto social y cultural. Dirigida por Ryan Coogler (‘Pantera Negra’), sigue a dos hermanos gemelos que regresan a su pueblo natal para abrir un club nocturno y unir a una comunidad afroamericana que sigue sufriendo la discriminación. Un cóctel muy equilibrado entre el análisis de la herencia cultural negra y el puro espectáculo de verbena vampírica. Brutal Michael B. Jordan en suu papel doble.
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La noticia
Las 25 mejores películas de HBO Max: una selección de obras maestras y clásicos modernos rebosante del mejor cine
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por
John Tones
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