«En Murcia tiene que haber una lona o algo, no es normal». Lo decía José Montiel mientras miraba un mapa con la lluvia que va a caer en España en los próximos días y la verdad es que es difícil no estar de acuerdo.
En las últimas horas, hemos tenido la combinación de una vaguada y un río de humedad que han producido una línea de turbonada sobre la península, dejando a su paso vientos intensos, lluvias considerables y muchas tormentas.
En todos lados, menos en el sudeste.
¿Qué pasa en Alicante, Murcia y Almería? En rigor, no pasa nada nuevo. La esquina sudeste de la península lleva registrando mínimos nacionales durante todo el periodo moderno. Basta con mirar las estaciones del entorno del Cabo de Gata para descubrir que los acumulados anuales son bajísimos (entorno a 200mm/año) y si nos vamos un poco más hacia el interior, a Tabernas por ejemplo, las cifras están solo unos 50mm por encima. Aunque con una enorme irregularidad, eso sí.
No es de extrañar, por tanto, que la desertificación esté devorando ese rincón de España. Ni que la clasificación de Köppen-Geiger señale que se trata de los climas más áridos del país (rivalizando únicamente con algunas zonas de Canarias).
Pero, ¿por qué? Hay tres razones fundamentales que explican que el sudeste del país reciba tan poca agua.
El anticiclón de las Azores: el gran tapón del Atlántico afecta a gran parte del país, es cierto. No hay que olvidar que, según los últimos estudios, España afronta el clima más seco en sus últimos 1.200 años y la culpa la tiene el fortalecimiento progresivo de ese anticiclón. No obstante, por la trayectoria de los vientos en el hemisferio norte, no a todas las partes del territorio le afecta por igual. Solo hay que comparar el régimen climático de Galicia con el de Murcia.Las cordilleras Béticas: Aunque a veces solemos olvidarlo, en el sur de España hay una serie de cordilleras realmente altas. La montaña más alta de la península, de hecho, está en las cordilleras Béticas. Estas constituyen un auténtico muro orográfico que intercepta la humedad y generan una alargadísima sombra pluviométrica sobre el litoral sudeste. Vamos, que el agua se queda al oeste de las montañas.La evapotranspiración totalmente desbocada: hablamos de una zona con una altísima insolación y con una evapotranspiración altísima. No es solo que llueva poco, es que se evapora mucho y eso genera un terreno «desertificado» que es incapaz de aprovechar las lluvias cuando llegan. Y eso, en una zona donde las DANAs son clave, es un problema.
Todo va a peor. Podríamos pensar que todo esto es normal y, sin embargo, no lo es. Estamos insertos en un tiempo de cambios y las previsiones del IPCC son sombrías: al Mediterráneo como es uno de los lugares del mundo en los que la reducción de precipitaciones se vincula más directamente con el calentamiento. Se estima una caída de un 4% por cada grado de más en el Mediterráneo central y septentrional.
El mejor ejemplo es este mismo 2025. Pese a las lluvias históricas que se han producido este año, el balance del sudeste será malo. Y, mientras las tramas de tráfico ilegal de agua siguen creciendo, ya hay iniciativas para seguir construyendo trasvases que lleven a la región el líquido que no cae del cielo. El problema es que, lo queramos ver o no, necesitamos cambios de más calado de lo que por ahroa parece que podemos asumir.
Imagen | ECMWF
En Xataka | Los largos periodos de sequía van a ser cada vez más y más normales. Es hora de acostumbrarnos a ellos
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La noticia
Hay un rincón de España al que Dios le ha pillado manía: Alicante, Murcia y Almería
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Jiménez
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